La medicina es una ciencia que nunca se detiene, sigue avanzando en todo momento para mejorar la calidad de vida de las personas y detectar enfermedades que podrían afectar severamente la salud.
Recientemente, surgió un método que podría ayudar a detectar una enfermedad que cobra muchas vidas: el cáncer de colon. La organización Mayo Clinic nos comparte más información al respecto.
El cáncer de colon afecta a una parte del intestino grueso, donde las células sanas de este órgano presentan errores en su constitución genética, es decir, en el ADN.
No se tiene una certeza de lo que origina esta enfermedad. Suele afectar a 1 de cada 20 personas, y lamentablemente, es uno de los tipos de cáncer que causa más muertes, ya que los síntomas suelen aparecer cuando la enfermedad está en una etapa avanzada.
De acuerdo con el doctor de gastroenterología de Mayo Clinic, en Minnesota, la colonoscopia es el examen de detección más común para esta enfermedad. Pero ahora existe una alternativa más novedosa: el análisis de ADN en heces, que es menos invasivo y que puede identificar alteraciones en las células.
Es un examen mucho más sencillo: el intestino no requiere preparación alguna, no se debe restringir ningún medicamento e incluso puede realizarse en casa. Además, es muy efectivo, es posible detectar la enfermedad desde antes de que los síntomas aparezcan, por lo que es posible atenderla en etapas tempranas y evitar que siga avanzando.
El cáncer de colon suele detectarse principalmente en personas mayores de 50 años. Además, las personas que tienen antecedentes en la familia de este padecimiento, tienen más riesgo de adquirirla. Por lo tanto, pueden recurrir a este examen para la prevención de la enfermedad.
Padecer enfermedades inflamatorias crónicas del colon, como la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn, también aumentan la probabilidad de tener cáncer de colon. Así como el fumar, el consumo de alcohol, tener una dieta poco saludable y poca o nula actividad física.
Entre los síntomas puede haber un cambio en los hábitos intestinales, como la presencia de diarrea o estreñimiento, sangrado rectal, dolor abdominal persistente, debilidad o fatiga y una baja de peso sin motivo aparente.
Este padecimiento debe atenderse con un médico gastroenterólogo y un oncólogo que puedan dar el tratamiento adecuado, que puede incluir cirugías y quimioterapia.