15 de mayo de 2016.- El presente de Venezuela se escribe con E… de escasez y con C… de colas. El futuro, con R…de revocatorio. Estos son los mensajes que se escuchan en las calles de Venezuela, un país al borde del abismo con un presidente que se agarra al poder, pese a la incapacidad para solucionar los problemas de los venezolanos. No hay medicinas, no hay papel higiénico, no hay harina, no hay seguridad…no hay dignidad.
“ El país es una bomba que puede explotar en cualquier momento” advierte el opositor Henrique Capriles ante un grupo de seguidores. Tras decretar el jueves el estado de excepción y emergencia económica para hacer frente a un supuesto plan golpista planeado desde Estados Unidos, Maduro ha ordenado al Ejército que se prepare para “cualquier escenario”. Maduro ha anunciado este sábado que pondrá en marcha ejercicios militares de la Fuerza Armada venezolana (FANB), tras informar de unos supuestos planes de intervención planeados en el extranjero.
“No saben lo que somos capaces de hacer. Vamos a defender a Venezuela con la Constitución Nacional y con los fusiles también”, anunció el presidente ante sus seguidores. «El próximo sábado he convocado a ejercicios militares nacionales de la Fuerza Armada, del pueblo, y de la milicias, para prepararnos frente a cualquier escenario, porque esta tierra es sagrada y debemos hacerla respetar», señaló ante sus seguidores.
“En el marco de ese decreto vigente tomemos todas las acciones para recuperar el aparato productivo que está siendo paralizado por la burguesía y quien se quiera parar para sabotear el país que se vaya, y el que lo haga hay que ponerle los ganchos y mandarlo para la PGV (Penitenciaria General de Venezuela)”, dijo Maduro durante una concentración oficialista en el centro de Caracas.
El decreto es una carta en blanco para el Gobierno porque otorga al exconductor de autobús la potestad de actuar contra quienes considere enemigos de la economía o la soberanía del país. Vigente desde el pasado 11 de febrero permite al ejecutivo implementar un régimen de medidas especiales sin ningún tipo de control.
Un país a la deriva
Venezuela no puede más. La alta inflación (180,9% en 2015), la escasez de alimentos y medicinas, los cortes de electricidad y el racionamiento del agua y la imposibilidad de poner en marcha un mecanismo constitucional para una salida del Gobierno de Maduro han colocado a la población en los límites de hostilidad. “ Siempre me quejo, la verdad es que vivo quejándome todos los días de este país… o de este intento de país. Mi mamá me dice que le vea el lado positivo a las cosas, que aprecie lo que tengo, pero, ¿cuál es el lado positivo?” explica Gabriela una venezola que comparte en las redes sociales su indignación.
Siempre me quejo, la verdad es que vivo quejándome todos los días de este país… o de este intento de país. Mi mamá me dice que le vea el lado positivo a las cosas, que aprecie lo que tengo, pero, ¿cuál es el lado positivo?. Vivo en el Marqués, no tengo carro y todo lo hago a pie. En menos de 24 horas me pasaron estas cosas: estaba llegando al asqueroso Unicentro del Marqués y en la famosa redoma acababan de intentar robar a una mujer, digo intentar porque «al menos» el mala…
Con información de: http://noticias.lainformacion.com/
