Valla de acero, el plan B para destrabar gobierno
- Una carta emitida por la Casa Blanca despeja los primeros progresos para reabrir la administración; si no les gusta, que sea con barras fuertes, dice el presidente
El gobierno del presidente de EU, Donald Trump, mantuvo su línea dura en pro de lograr el financiamiento de un muro en la frontera con México, sin embargo, se abrió a la posibilidad de una negociación con sus opositores demócratas, al flexibilizar su exigencia: cambiar el término “muro” por “barrera de acero” y justificar que parte del recurso solicitado de 5.7 mil millones de dólares se canalice a resolver el problema migratorio desde el punto de vista humanitario.
De acuerdo con The Washington Post, que tuvo acceso a una carta dirigida a los líderes del Congreso ayer, funcionarios de la administración describieron un parpadeo de progreso en el diálogo entre el gobierno y legisladores por la convicción de “atender las necesidades humanitarias urgentes”, en especial a los niños migrantes no acompañados que llegan a la frontera.
Los funcionarios consultados por el diario también dijeron que el llamado formal de la carta para una “barrera de acero” en lugar de un muro de hormigón, como Trump prometió durante mucho tiempo, fue otro de los desarrollos más notables, aunque pequeños.
Sin embargo, ambas partes reconocieron que se mantuvieron alejadas tras sus pláticas de ayer, y aunque los demócratas pueden estar interesados en negociar un acuerdo de inmigración más amplio que incluya financiamiento humanitario, se han negado a hacerlo a menos que se reabra el gobierno.
Algunos demócratas dijeron que la carta fue un resumen de las reuniones que tuvieron durante el fin de semana, en lugar de un gran avance. “Los republicanos siguen encajonados con el muro. No podemos discutir todo lo demás hasta que el gobierno vuelva a abrir”, dijo un funcionario anónimo, según citó el Post.
Entre otras señales de flexibilidad, el gobierno también señaló que estaría dispuesto a restaurar alguna versión de un programa de la era de Obama que permitiera a los niños de Centroamérica solicitar el asilo de Estados Unidos.
El programa para menores de América Central (CAM) se estableció durante una crisis fronteriza de 2014, cuando los menores no acompañados llegaban en números sin precedentes, a menudo asistidos por contrabandistas. Trump canceló esta estrategia social en 2017.
Restaurarlo ha sido una prioridad entre los demócratas, pero a cambio, la administración dijo que desea cambios en las leyes que protegen a las víctimas de la trata de menores, a fin de aliviar las restricciones sobre la capacidad del gobierno para deportar a adolescentes y niños.
El domingo anterior, Trump se reunió con personal de la Casa Blanca en el Camp David, donde el prometido muro fronterizo del presidente se encontraba entre los temas de la agenda política. La reunión se produjo un día después de que el vicepresidente Pence, los altos funcionarios de la Casa Blanca y los principales asesores del Congreso salieron con las manos vacías después de más de dos horas de negociaciones para poner fin al estancamiento.
El Dato: Con más de 2 mil migrantes cruzando la frontera cada día, las autoridades han recurrido a las liberaciones masivas, porque no pueden procesar a las familias.
“Estamos ante una emergencia nacional”, dijo Trump a los reporteros fuera de la Casa Blanca al regresar ayer por la noche. Antes de partir, dijo que podría actuar de manera unilater para asegurar el financiamiento del muro con México, “dependiendo de lo que suceda en los próximos días”.
En un intento por forzar la mano de los demócratas, Donald Trump contó que estaba considerando declarar una emergencia nacional para comenzar la construcción de su principal promesa de campaña para la seguridad, sin la aprobación del Congreso. Sin embargo, no está clara la legalidad de tal movimiento, y el presidente casi seguramente enfrentará desafíos legales inmediatos en los tribunales.
Texto: La Razón Online | Foto: AP