1 abr 2015
CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Ante su desconfianza en la investigación de las autoridades mexicanas sobre el paradero de sus hijos, un grupo de padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace seis meses colocó una manta para pedir al líder del grupo criminal Los Rojos que explique lo que sabe del caso.
«Le pedimos de favor ayúdenos a dar con el paradero de nuestros hijos porque este mal gobierno no ha sido serio con nosotros. Al contrario, nos ha lastimado con sus mentiras. Nosotros somos gente pobre y han pisoteado nuestra dignidad», dice el mensaje dirigido a Santiago Mazari,el Carrete, presunto cabecilla de Los Rojos, según un reporte publicado este martes por la agencia EFE.
La manta fue colocada a unos tres kilómetros de la ciudad de Iguala, Guerrero, donde los jóvenes fueron detenidos por policías de ese municipio y entregados a criminales, según las autoridades.
Bernabé Abraján, padre de uno de los normalistas desaparecidos en septiembre de 2014, confirmó a EFE la autenticidad de la pancarta. También indicó que el grupo de padres está dispuesto a reunirse con el líder criminal, quien está prófugo de la justicia.
«Háganos saber de alguna manera cómo puede ayudarnos. Estamos dispuestos a encontrarnos con usted si así lo desea. Gracias por su comprensión y esperamos que le llegue este mensaje«, dice la manta.
Según el semanario Proceso, que también consignó el hecho en su página web, en la pancarta se incluye este número telefónico, 754 103 1991, como medio de contacto.
Sin embargo, la tarde de este martes el número estaba fuera de servicio.
CNNMéxico buscó al representante legal de los padres, Vidulfo Rosales; al vocero de las familias, Felipe de la Cruz, y a un vocero de los normalistas de Ayotzinapa, Omar García, para hablar del tema. No obstante, ninguno estuvo disponible de forma inmediata.
La manta hace referencia a otras que fueron colocadas por Mazari en febrero, según el reporte de Proceso. En esa ocasión, el líder deLos Rojos deslindó a su grupo de la desaparición de los jóvenes estudiantes y responsabilizó al líder de la agrupación rival, Guerreros Unidos.
La investigación de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre el caso señala que integrantes de Guerreros Unidos presuntamente asesinaron e incineraron a los jóvenes, por lo que los pocos restos encontrados en el cercano municipio de Cocula solo permitieron identificar a uno de los estudiantes.
La falta de pruebas del paradero del resto de los estudiantes ha hecho que los padres mantengan su exigencia de que sus hijos sean devueltos a sus familias con vida.
