Tus pupilas pueden dar indicios de Alzheimer, te decimos qué debes buscar
Se dice que los ojos son la ventana al alma y muchas veces claro que lo son. Una simple mirada puede ser el mensaje perfecto para entendernos.
Sin embargo, los ojos no sólo nos dejan entrever el mundo interior de cada persona, sino también pueden ser la ventana a nuestro cerebro. Justo por ello se ha investigado su poder en el diagnóstico de una de las enfermedades más populares que causan demencia: el Alzheimer.
Enfermedad de Alzheimer
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia, del deterioro de nuestra función cognitiva, el cual afecta nuestra memoria, pensamiento, orientación, toma de decisiones, comprensión, estado de ánimo, conducta, lenguaje y juicio.
A pesar que la enfermedad de Alzheimer representa del 60 a 70 % de los casos de demencia, hasta el momento no se ha encontrado una cura. Sin embargo, la detección temprana de la enfermedad puede ayudar a pausar la aparición o empeoramiento de los síntomas y así mejorar la calidad de vida de las personas con Alzheimer.
Enfermedad de Alzheimer y las pupilas
Los síntomas de la enfermedad de Alzheimer como la pérdida de la memoria o la dificultad para concentrarse se muestran años después de que la enfermedad ya comenzó a dañar el cerebro. Por ello, la detección temprana de la enfermedad es vital.
Con el propósito de encontrar una forma no invasiva y asequible para detectar esta enfermedad, un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego (UC San Diego) apostaron por la dilatación de las pupilas.
En general, tus pupilas, el círculo negro que se encuentra en el centro del iris, cambia de tamaño. Es decir se dilatan o no, para regular la cantidad de luz que entra al ojo. Sin embargo, las pupilas también se dilatan cuando estás haciendo un esfuerzo cognitivo.
Estas respuestas pupilares se activan gracias a unas neuronas específicas en el cerebro ubicadas en el locus coeruleus o locus cerúleo (LC). Dicha sección del cerebro está involucrada en la función cognitiva y la excitación.
Además, el locus coeruleus es el primer sitio donde aparecen uno de los primeros biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer, las proteínas tau.
De acuerdo con Mayo Clinic, en condiciones normales las proteínas tau son el soporte interno para que una neurona transporte nutrientes y otros materiales esenciales. No obstante, cuando se presenta la enfermedad de Alzheimer, estas proteínas cambian su forma y se organizan en estructuras conocidas como ovillos neurofibrilares, los cuales interrumpen el transporte de los nutrientes y son tóxicos para las células.
El estudio de los investigadores de la UC San Diego muestra que, en general, el locus coeruleus estimula la respuesta pupilar. Las pupilas se dilatan cuando una tarea es bastante difícil o compleja para la persona.
Justo investigando este cambio de tamaño en las pupilas fue que los investigadores descubrieron que las personas que tienen una mayor dilatación de pupila presentan un deterioro cognitivo leve, a diferencia de las personas que realizaron la misma tarea y no mostraron una dilatación de pupila tan marcada.
De acuerdo con el líder de la investigación, el Dr. William S. Kremen, este vínculo entre las respuestas pupilares, el locus coeruleus y las proteínas tau comprueban que la medición de las pupilas durante tareas cognitivas puede ser otra herramienta que permita detectar el Alzheimer antes de que aparezcan los síntomas.
Con información de: https://www.vix.com