Tratan depresión moderada con señales electromagnéticas
“Por medio de un equipo especializado, al paciente se le transmite una serie de señales eléctricas tenues de un hertz. El campo magnético de éstas atraviesan la piel, el hueso y las meninges pero sin causar daño ni sensación alguna”, refirió.
A diferencia de la terapia electroconvulsiva o por electrochoques, efectiva en las depresiones severas, este es un procedimiento noble ya que únicamente se colocan unos electrodos en una de las sienes del paciente y mediante un magneto se le transmite una serie de impulsos eléctricos tenues para estimular las neuronas corticales.
El exdirector general del Instituto Nacional de Psiquiatría Dr. Ramón de la Fuente Muñiz refirió que los pacientes presentan una mejoría de su estado de ánimo después de 15 sesiones y posteriormente en su memoria y atención.
“Algunos investigadores recomiendan aplicar tres sesiones al cabo de tres o seis meses, pues parece ser que esto ayuda, de manera significativa, a mantener durante los próximos meses la mejoría alcanzada”, abundó en un comunicado.
Después de cada sesión lo único que el paciente puede presentar es una cefalea leve de breve duración, debida principalmente a la contracción de los músculos superficiales de la frente y la sien.
Es posible que, en casos en que se usa una mayor potencia con cinco o más hertz, algunos pacientes experimenten una convulsión, pero tienen un problema previo de tipo epiléptico que no se ha manifestado, o bien, un umbral a la convulsión demasiado bajo.
Aunque la principal indicación de la EMT es en los estados depresivos moderados, también tiene aplicaciones en pacientes con esquizofrenia, trastorno obsesivo-compulsivo, anorexia nerviosa, autismo, mal de Parkinson, enfermedad de Alzheimer en su etapa inicial y epilepsia, así como en la rehabilitación de aquellos que han sufrido un infarto cerebral.
Recordó que el primer tratamiento con esta técnica fue realizado en 1896 por el biofísico e inventor francés Jacques Arsene d’Arsonval, quien en unos casos reportó fosfenos, es decir manchas luminosas y vértigo; y en otros, síncope.
Mencionó que el Instituto Nacional de Psiquiatría fue la primera institución del país en contar con un equipo de EMT, en 2013, la Fundación Gonzalo Río Arronte donó a la clínica del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Faculta de Medicina el aparato para tratar la depresión.
La clínica está dedicada sólo a la atención de los alumnos de la UNAM, sin embargo existen otras instituciones que cuentan con un equipo para aplicar la EMT son los institutos nacionales de Psiquiatría y de Neurología, donde se usa para investigación, el Hospital Militar de la Secretaría de la Defensa Nacional y Médica Sur.