Tlatelolco, proyecto de modernidad, a 60 años
Ciudad de México, 26 de noviembre del 2024.- Cuando escuchas Tlatelolco, ¿qué es lo primero que llega a tu mente? ¿Un acontecimiento histórico, una escena de película, algún texto literario, un poema o una canción? Es mucho más, por eso el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (CCUT) busca enaltecer uno de los aspectos menos conocidos de este emblemático espacio, su valor como proyecto arquitectónico y urbanístico.
El CCUT conmemora seis décadas de la inauguración de uno de los proyectos más ambiciosos y emblemáticos de la arquitectura y el urbanismo modernos en México con la exposición Recuerdos de actualidad. A sesenta años del proyecto de modernidad urbana en Tlatelolco, 1964-2024.
La muestra abrió sus puertas el jueves 21 de noviembre, seis décadas después de que Mario Pani, arquitecto y urbanista mexicano, inaugurara el Conjunto Habitacional Nonoalco-Tlatelolco como símbolo de un México que buscaba reinventarse durante el periodo del “milagro mexicano”, caracterizado por el auge económico, la industrialización y la expansión demográfica. En ese contexto, Tlatelolco se erigió como un modelo de modernidad y de convivencia urbana para la época.
La exposición ofrece una mirada profunda a las múltiples dimensiones del proyecto, desde su concepción inicial hasta sus impactos históricos y actuales. Los visitantes podrán recorrer una vasta colección que incluye fotografías, documentos, archivos históricos y obras contemporáneas, los cuales narran el ambicioso sueño de Pani y las complejidades que rodearon su realización. De igual manera, se muestra la forma en que Tlatelolco buscó redefinir el tejido urbano de Ciudad de México a través de un nuevo concepto de vivienda multifamiliar, diseñado para ofrecer una solución a la saturación habitacional de las zonas populares conocidas como “herraduras de tugurios”.
El complejo urbano, compuesto por 102 edificios con capacidad para albergar a más de 70 mil personas, representó un hito en la arquitectura moderna de México. Mario Pani, influido por el pensamiento del arquitecto suizo Le Corbusier y el racionalismo arquitectónico, en donde “toda arquitectura debe estar fundamentada en la razón y en la función”, diseñó un espacio en el que los edificios y servicios estaban integrados de manera armónica. Cada unidad habitacional estaba interconectada por jardines, corredores peatonales y espacios comunitarios, creando un entorno autosuficiente que contrastaba con el modelo tradicional de la vivienda mexicana.
La exposición destaca que más allá de su diseño arquitectónico, Tlatelolco se convirtió en un lugar donde la historia prehispánica, colonial y moderna se entrelazan. “Es un espacio de la ciudad que cuenta con una historia propia y al mismo tiempo cuenta historias fundamentales dentro de la historia de México”, comenta Roberto Barajas, coordinador de Artes Visuales del CCUT y curador de la muestra.
La Plaza de las Tres Culturas, ubicada en la sección La República, reúne ruinas prehispánicas, el templo de Santiago Apóstol y las estructuras del complejo moderno, simbolizando la convergencia de tres etapas históricas que marcaron a México.
Este espacio ha sido testigo de acontecimientos cruciales, como la lamentable masacre de estudiantes en 1968, un episodio de dolor y resistencia que aún resuena en la memoria colectiva y reafirma la carga histórica del lugar.
Uno de los momentos que redefinió el significado de Tlatelolco fue el terremoto de 1985. El sismo marcó un antes y un después cuando la magnitud del desastre dejó al descubierto la vulnerabilidad de los edificios y sus habitantes. Esta exposición permite reflexionar sobre el hecho a través de fotografías y testimonios, mostrando cómo la comunidad se reorganizó, resistió y reconstruyó su espacio, dotando al complejo de un carácter resiliente y transformador.
Otro aspecto destacado de la muestra es la colaboración entre Pani y Clara Porset, “importante diseñadora cubana que se dedicó a crear mobiliario específico para los departamentos”, comenta Barajas. A través de documentos y piezas originales, se muestra cómo los conceptos arquitectónicos y de diseño industrial buscaban responder a las necesidades de una sociedad en transformación.
La muestra también reúne obras de artistas contemporáneos como las de Edgar Orlaineta, “que dialogan con los conceptos de la modernidad en donde se continúa el funcionalismo”. También se encuentran diseños de Tania Candiani y Pedro Reyes, que replantean el ideal de modernidad que inspiró Tlatelolco.
Las piezas invitan a los visitantes a reflexionar sobre las promesas, legados y contradicciones. “Algo que se puede observar es que este proyecto de modernidad logra beneficiar a cierto tipo de sociedad, pero a su vez por el proyecto de crecimiento urbano, desplaza a otro tipo de comunidades, como lo fueron las personas que se encontraba en los talleres de ferrocarriles o incluso las personas que vivían en vecindades vistas como espacios no salubres, algo que en la actualidad es llamado gentrificación”, refiere Barajas.
La exposición es realizada con la colaboración de instituciones como la Dirección General del Acervo Histórico Diplomático de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Fundación ICA, Ramírez Vázquez y Asociados, la Facultad de Arquitectura de la UNAM, entre otras.
Visitar esta muestra es sumergirse en la memoria de Tlatelolco, un lugar que ha sido mencionado en la obra de numerosos poetas y escritores.
con información de https://www.dgcs.unam.mx/