31 de octubre de 2016.- El punto de partida de cualquier dieta es reducir el tamaño de las porciones asegura el Dr. Máximo Ravenna en su libro Más vida, menos kilos. Para arrancar a cuidarnos, el especialista sugiere que calculemos con nuestras manos cuánto deberíamos comer de proteínas, hidratos y grasas.
«La medida es el límite que debemos internalizar para no caer en esas seductoras trampas del comer de más. Este simple sistema permite estipular la cantidad de los diferentes alimentos que debemos comer, si bien no tiene en cuenta la cantidad de las calorías que se consumen», explica el doctor.
Si querés bajar de peso, esta técnica para medir las porciones de comida con las manos te será muy útil. ¡Descubrila!
#1 Pasta
El tamaño ideal sería el de un puño cerrado. Podés completar el plato con verduras cocidas o ensaladas crudas.
#2 Queso
Dos dedos es el equivalente a la porción de queso recomendada. Si es uno magro y sin sal, mejor. El queso de rallar lo tachamos de la lista porque tiene mucha grasa, calorías, sal y colesterol.
#3 Vegetales
Las hortalizas son muy saludables pero el exceso siempre es malo si uno quiere bajar de peso, incluso de estos alimentos. Juntá las dos manos: la porción justa es comer lo que entre ahí.
#4 Helado
El postre está permitido una vez por semana. Pero si te vas a dar un gustito, que no supere el tamaño de un puño cerrado.
#5 Manteca
Este alimento contiene mucha grasa así que atento a la cantidad que consumas. Lo recomendado es no más que la punta de un dedo.
#6 Carne
El tamaño ideal de un bife se puede medir con la palma de una mano. Optá por un corte magro y poné poca sal a la hora de cocinarlo. Podés condimentarlo con una tapita de mostaza o un chorro de aceto balsámico para darle más sabor.
«El segundo pilar más importante de nuestro método es la medida, consiste enachicar la alimentación en importancia y tamaño«, confirma el Dr. Ravenna. En este sentido, no solo alcanza con comer menos, si no también en analizar cuánto tiempo pensamos en comida.
Reducir porciones significa también dejar de darle un lugar tan importante a lo que nos llevamos a la boca. Ser conscientes de nuestro cuerpo es sano; estar obsesionados, no. Empezar una dieta es cambiar la forma de ver y entender a la alimentación. ¡Pongamos manos a la comida!
Con información de: http://www.vix.com/
