Ciudad de México, 22 de junio de 2016.- Tras 63 años de tradición, el legendario Teatro Arlequín ofreció su última función, a cargo de «La dama de negro», que hace 22 años se presentó por primera vez en ese recinto.
La noche del martes, fue el fin de la primera etapa del templo teatral. En breve iniciará un nuevo ciclo con la demolición de gran parte de su estructura para construir un nuevo espacio que albergará dos foros: uno, con capacidad para 800 espectadores y, otro, para 300.
Hace 22 años, cuatro meses, cuatro días estrenamos ‘La dama de negro’ . «Aquí fue donde Germán Robles se cae del escenario y se fracturó la cabeza del fémur. El público pensó que era parte de la obra», recordó el director Rafael Perrín al finalizar la representación.
Antonio Calvo, propietario del teatro Arlequín, recordó que la inauguración del recinto fue el 17 de agosto de 1953, el mismo año que el Teatro de los Insurgentes en aquel entonces, a las afueras de la Ciudad de México.
«Era el teatro de bolsillo porque presentaba cosas pequeñas, comedias. Fue una época en la que el gobierno decidió que la gente en México necesitaba cultura, teatro, y construyó cerca de 70 foros en la red del IMSS, de las más importantes en Latinoamérica que jamás se haya hecho.
En ese periodo, dijo, «había tres millones de habitantes en la capital mexicana. En la actualidad son casi 22 millones y la cantidad de teatros ha decrecido en vez de crecer; sin embargo, el hambre de los productores y las ganas de llevar obras al público, crece y crece», destacó Calvo.
El delegado de la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal, y el productor Jorge Ortiz de Pinedo apadrinaron la velación de la placa conmemorativa como fin de la primera temporada del Teatro Arlequín. Es velación porque en lugar de descubrirse, la media placa se envolvió con una manta roja.
«En lugar de hacer la placa completa, pensamos en hacer sólo media que contara la historia, desde 1953, con ‘La hora soñada’ , la primera obra que se presentó aquí con las actuaciones estelares de Nadia Haro Oliva y Óscar Ortiz de Pinedo», reveló Calvo.
En representación de su padre, el productor y actor Jorge Ortiz de Pinedo subió al escenario y destacó la importancia de cerrar un teatro, pero al mismo tiempo, de colocar una piedra para abrir uno nuevo, y propuso que sea un postulado de ahora en adelante.
Silvia Pinal, también invitada a la ceremonia, no llegó debido a problemas de salud no especificados.
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