Taiwán, 17 de mayo del 2019.- El amor ha triunfado en Taiwán, en palabras de la presidenta de la isla Tsai Ing-wen. Este país se ha convertido en el primero del continente asiático que legaliza el matrimonio entre personas del mismo sexo.
El Parlamento ha dicho sí, por 66 votos a favor y 22 en contra, a la propuesta del Gobierno, que ofrece además derechos de adopción limitados a las parejas homosexuales.
«Nunca creí que pudiera casarme en Taiwán -dice con emoción Lin Chi-Xuan, un joven que nos recibe en su casa, donde vive con su pareja-. Sabía que llegaría ese día, pero no imaginaba que ocurriera cuando aún soy joven, sino tal vez a los 50 o 60 años. Ver que la igualdad ha avanzado de esta manera me hace sentir muy feliz».
El Parlamento taiwanés tenía hasta el 24 de mayo para pronunciarse después de que en 2017 el Tribunal Constitucional, en una histórica sentencia, declaró anticonstitucional prohibir el matrimonio homosexual.
Decenas de miles de personas marcharon por Taipéi hasta la sede del legislativo para pedir el fin de la discriminación. La noticia de la legalización del matrimonio homosexual fue recibida con gritos de júbilo.
Sin embargo, parte de la oposición considera que el Gobierno está pisoteando la voluntad del pueblo, que votó en referéndum a favor de mantener la definición de matrimonio tradicional.
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