El presidente promulgó la Reforma Anticorrupción y la calificó como una reforma estructural para atender un problema también estructural
CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Al promulgar la reforma constitucional que crea el Sistema Nacional Anticorrupción, el presidente Enrique Peña Nieto afirmó que implicará un cambio cultural en el país.
«Estoy seguro (que las reformas) habrán de calar, como deseamos calen, en el ánimo y en el ambiente de nuestra sociedad para ir generando una nueva cultura en favor de la transparencia, de la honestidad y de la legalidad», afirmó el mandatario federal durante el evento llevado a cabo en Palacio Nacional.
Peña destacó que se trata de la reforma estructural número 12 de su gobierno, que junto con la de Transparencia fueron los primeros compromisos que hizo al asumir la presidencia.
La promulgación en presencia de los presidentes de las Cámaras de Diputados y Senadores, Julio César Moreno y Miguel Barbosa; el ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) José Fernando Franco; y los titulares de la Secretaría de la Función Pública (SFP), Virgilio Andrade, y de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Juan Manuel Portal.
Este último, apeló a que paralelo a la reforma institucional, haya una corresponsabilidad social, es decir, que no se crea que las fallas del Estado justifican la pasividad del individuo.
«Una de las condiciones para que el Sistema Nacional Anticorrupción funcione adecuadamente, es propiciar que la sociedad asuma una actitud de vigilancia, la voluntad de no contribuir al problema y la disponibilidad de denunciar todas aquellas acciones que se separen de la ética pública», indicó Portal.
Durante el acto en Palacio Nacional, el tema electoral se hizo presente a 11 días de las votaciones locales y federales.
El presidente Peña Nieto presumió que actualmente hay elecciones libres, cuando «hace apenas unas décadas» gran parte de la sociedad mexicana pensaba que no era posible tener contiendas democráticas, con respeto a la voluntad ciudadana e incluso alternancia política.
En ese contexto, comparó la publicación de la Reforma Anticorrupción con la evolución que hubo cuando se crearon autoridades electorales imparciales y hubo relevo en el gobierno.
«La misma incredulidad que en su momento generó la transición democrática, es la que hoy existe en torno a nuestra capacidad como nación de combatir la corrupción», equiparó.
Por su parte, el presidente del Senado, el perredista Miguel Barbosa, pidió que como parte del combate a la corrupción, se sancione desde ahora los actos que se han presentado en el proceso electoral, ya sea porque los medios los han evidenciado o hay denuncias ante las autoridades.
«No pueden quedar impunes; las campañas no son las épocas en las cuales todo se vale y todo se puede hacer», afirmó.
Barbosa felicitó al presidente por impulsar esta reforma y a los partidos por aprobarla, como parte del Pacto por México, pero recordó que quedaron mejoras por hacer y temas pendientes de discutir.
Debido a lo anterior, llamó a que la agenda pública de 2015 y 2016 esté marcada por el trabajo para desarrollar el sistema de leyes secundarias y reformas que hacen falta para que los cambios en transparencia y corrupción realmente sean operativos.
