13 de abril de 2016.- Consideradas ilegítimas por la oposición y Occidente, las elecciones legislativas en Siria llegan en un momento crucial para el país: coinciden con la apertura de la nueva sesión de las negociaciones de paz en Ginebra y la tregua existente desde el 27 de febrero se puede romper en cualquier momento.
Sobre el terreno, el armisticio peligra. Todo apunta a que el régimen, los yihadistas y los rebeldes se preparan para una batalla decisiva en la provincia de Alepo, zona controlada por todos estos grupos.
Según Rami Abdel Rahmane, el director del Observatorio sirio de Derechos Humanos, Alepo es la pieza clave para acabar o continuar con la guerra en el país.
Las dudas acerca de la continuidad de la tregua acechan tanto a Washington como a Teherán, principal aliado del régimen sirio en la región.
Y desde Teherán, este martes, el mediador de la ONU, Staffan de Mistura, ha mostrado su miedo ante la nueva escalada de violencia que amenaza de nuevo las negociaciones. Conversaciones que se retoman este miércoles, el mismo día de las elecciones.
Staffan de Mistura, el mediador de la ONU para Siria ha dicho:
“El proceso político que conduce a una transición política ahora es crucial y urgente”.
Estas nuevas negociaciones se centran en la transición política, la gobernabilidad y los principio constitucionales.
La salida del presidente sirio Bachar al Assad y la creación de un gobierno de transición son los principales puntos a tratar y los que bloquean el proceso.
El Alto Comité para las Negociaciones que representa la oposición siria pide que se lleve a cabo una transición política dotada de plenos poderes, incluidos el del presidente.
Cuestión que ni se plantea el régimen, que cuenta con el apoyo de Rusia y propone un gobierno de unidad nacional el que prepare la nueva Constitución.
Con información de: EURONEWS
