Se aviva el fantasma de influenza A H1N1; persiste el miedo al contagio
Ciudad de México, 25 de febrero de 2016.- El fantasma de la influenza A H1N1 no ha desaparecido a casi siete años de la pandemia que tomó por sorpresa al mundo entero.
Hoy, a pesar de que las autoridades de Salud aseguran que los casi dos mil casos de influenza así como las 79 defunciones que se han presentado durante esta temporada están dentro de los parámetros esperados, persiste el miedo.
En algunos trabajadores el repunte de los casos incluso ha generado sicosis.
Ejemplo de ello es lo que ocurre en las oficinas del SAT, ubicadas en la Torre del Caballito, donde los trabajadores han pedido la intervención del sindicato, luego de que se reportó la muerte de un trabajador presuntamente por influenza y la presencia de varios trabajadores con síntomas como tos, gripa y ojos llorosos.
A fin de calmar el pánico generado principalmente del piso nueve hacia arriba del edificio, la semana pasada Protección Civil dio una plática a los trabajadores para que pudieran identificar los síntomas de la influenza y se les envió información a su correo interno.
De manera adicional todas las mañanas rocían con aerosoles los lugares de cada uno de los trabajadores y se instalaron despachadores de gel antibacterial en cada uno de los pisos.
Hay carteles en los elevadores sobre las medidas de prevención y qué hacer en caso de presentar algún síntoma.
“La plática nos la dio Protección Civil y recomendó que los que estuvieran enfermos de gripa usaran cubrebocas e hicieran el cambio de éste cada cuatro horas”, contó Xóchilt, quien trabaja en el quinto piso.
Así, desde la semana pasada se pudo observar el aumento en el uso de tapabocas por parte de los trabajadores del SAT como medida de protección.
“En mi piso somos 35 trabajadores, más o menos, y la mayoría traemos ahorita tapabocas”, detalló Cristian, empleada del piso tres que usaba el cubrebocas al salir de las oficinas del SAT.
Comentó, por ejemplo, que en su área una de las jefas estuvo incapacitada por influenza en semanas pasadas, pero que ya retornó a sus actividades normales.
Al respecto, el director General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, Cuitláhuac Ruiz Matus, señaló que la dependencia no tiene reporte específico sobre algún brote atípico en las oficinas del SAT, ubicadas en la Torre del Caballito.
“No hay razones para el miedo, sí están sucediendo casos en todo el país, y están incrementándose por la temporada de influenza, pero no para panicarse, sino para ocuparse y estar muy atentos para cuidarse.
En entrevista aclaró que epidemiológicamente no hay motivos para suspender actividades laborales.
Dijo que alrededor de 70 por ciento de las infecciones respiratorias agudas corresponde a otros agentes distintos al virus de la influenza.
INER tiene 77 hospitalizados
Los internados, en su mayoría, son personas no vacunadas.
Ahora mismo en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) permanecen 77 pacientes hospitalizados por influenza, 23 de ellos en estado grave por lo que requieren de intubación.
La mayoría son personas en edad productiva, entre los 20 y 50 años, y 80 por ciento de los casos corresponden a hombres. La mitad de los hospitalizados fueron infectados por la cepa A H3N2 y la otra mitad por A H1N1.
De acuerdo con el director del instituto, Jorge Salas, el número de hospitalizados es 20 por ciento mayor respecto a años pasados, en los que la circulación del virus ha sido alta.
En entrevista con Excélsior descartó, sin embargo, que exista motivo de alarma o emergencia.
“Hemos tenido pacientes graves como en todas las temporadas de influenza ahora un poco más. Tenemos un total de 77 pacientes hospitalizados, el hecho por el que requieren hospitalización es porque ya traen un cuadro más severo o complicado. por lo que no pueden ser tratados de manera ambulatoria, de ellos, 23 pacientes han requerido el uso de medidas de terapia intensiva, por ejemplo, estar colocados en respiradores artificiales por el cuadro de insuficiencia respiratoria que están cursando”, detalló.
Sobre los hospitalizados destacó que la mayoría es gente no vacunada con alguna comorbilidad, es decir, algún padecimiento crónico o enfermedad respiratoria asociada como diabetes, obesidad o asma.
“El hecho de que se compliquen los pacientes es multifactorial, no se reduce a una sola razón, lo que vemos casi siempre son varios factores, por ejemplo, la gente que más se enferma es la que no se aplicó la vacuna, otro grupo son las que tienen enfermedades crónicas. Otra situación es que en algunos casos también hay un retraso en solicitar la atención médica”, explicó.
En este contexto, indicó que de manera específica en el INER el aumento de casos comenzó a llamar la atención en la última semana de enero, pero el pico más alto se ha dado en las últimas semanas.
“Está un poco más alto de las temporadas pasadas, un poquito más alto que hace dos años, cuando hubo un pico mayor de la enfermedad”; recordó que se ha observado que cada dos años hay una mayor circulación del virus.
“Estos picos son motivo de atención para dos cosas: detección temprana y prevención de contagios, es decir, si tienen síntomas acudir al médico y tomar las medidas recomendadas como evitar saludar de beso, y estornudar de manera correcta con el ángulo que forma el brazo y el antebrazo. Hay que decir, que hay motivo de mucha atención y no de alarma, porque no tiene que ver nada con lo que sucedió en la pandemia de 2009 que no sabíamos lo que estamos enfrentando.”
ACELERAN PRODUCCIÓN
La farmacéutica Roche informó que ha acelerado la cadena de producción de Oseltamivir para tratar la influenza, a fin de cubrir la demanda y garantizar que haya el medicamento para la población afectada ante el repunte de casos.
De manera paralela afirmó que abastece el mercado privado y público del medicamento, a través de sus distribuidores en territorio nacional.
De acuerdo con José Miguel Bermúdez, director de Operaciones Comerciales de Roche en toda la temporada invernal 2015-2016 se han entregado para su distribución casi 94 mil unidades de Oseltamivir; y de esas piezas, más de 53 mil 500 han sido distribuidas entre enero y febrero de este año.
Laura Toribio | Excélsior