Ricardo Baptista, candidato de movimiento ciudadano
Pachuca, Hgo., 20 de marzo de 2016.
Ricardo Baptista tiene la certeza de que puede retomar el rumbo en el municipio de Tula, Hidalgo, para combatir la corrupción, el desempleo y la inseguridad que caracterizan a la región bajo la actual administración de Jaime Allende González, por lo que está firme en la contienda por la presidencia municipal.
Luego de renunciar al proceso interno del PRD, partido del cual es miembro fundador y con una militancia de casi 27 años, por falta de transparencia y garantías jurídicas, se sumó a Movimiento Ciudadano como carta fuerte para la alcaldía de Tula.
Baptista fue presidente municipal en Tula durante el periodo 1997 al 2000, bajo las siglas del PRD y fue el primer gobierno de oposición.
A 16 años de distancia señaló que en su administración entregaron más de 500 obras públicas que hicieron en tres años con solo 130 millones de pesos; mientras que el actual alcalde Jaime Allende, con un periodo de cuatro años y siete meses, realizó la misma cantidad pero gastó más de mil millones de pesos.
Añadió que de su presupuesto anual “solo 20 por ciento era para nómina; como alcalde ganaba 18 mil pesos mensuales y todos mis directores tenían salarios entre cinco y 10 mil pesos mensuales. Fuimos una administración austera, honesta, eliminamos el moche y destinamos 80 por ciento del presupuesto a obras de infraestructura”.
Dijo que de acuerdo con sus propias cifras, actualmente el municipio de Tula destina 79 por ciento de su presupuesto para la nómina y gastos de operación; además, la obra pública no se concursa ni existe rendición de cuentas.
Respecto a la seguridad, Ricardo Baptista afirmó que el nombramiento que obtuvo Tula de Allende como “ciudad segura” es una burla para la población porque es un municipio “vulnerable a la delincuencia organizada, es la región donde más se roba de los ductos de Pemex, donde más roban trenes de carga, y donde los asaltos, feminicidios y secuestros no han parado”.
Como parte del análisis alrededor de los problemas más graves en Tula de Allende, Ricardo Baptista, líder político de la región con larga trayectoria en contiendas electorales, señaló que a pesar de contar con grandes empresas como la Refinería de Pemex y de ser parte del distrito de riego más grande del estado, esto no ha significado más empleo, mejores salarios ni un desarrollo económico para la región.
“Tula es la ciudad más cara del estado y de acuerdo con INEGI, una de las 20 más caras del país, mientras la mayoría de las y los jóvenes están sin empleo, especialmente egresados de alguna licenciatura”.
Por ello, señaló “necesitamos crear microempresas, cooperativas, empresas familiares y desarrollar la economía solidaria porque hemos desperdiciado la cercanía con el mercado más grande del país que es el Valle de México”.
Como fundador del PRD en Hidalgo, Ricardo Baptista precisa que no renunció a su militancia partidista pero sí al proceso interno electoral “porque me jugaron chueco, el partido sigue hundiéndose, no respeta ni su propia convocatoria y desde el principio marcaron favoritismo hacia Manuel Hernández por su cercanía a José Guadarrama”.
En entrevista explicó que renunció junto con otros dos compañeros “que no buscamos empleo, sino que impulsamos un proyecto de desarrollo para el municipio”.
Explicó que los motivos para aceptar una probable candidatura con Movimiento Ciudadano es que “forma parte de los partidos de izquierda que en procesos anteriores fuimos como bloque”; segundo que “nos abrió las puertas sin condiciones, sin obligarnos a afiliarnos, sin imponer un programa de gobierno ni condicionar posiciones dentro de la planilla, y esto me da confianza porque entonces vamos a construir un proyecto ciudadano”.