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Rescatan alimentos y dan de comer a 21 mil personas

  • La Central de Abasto regala hasta una tonelada de productos cada ocho días para indigentes, ancianos, enfermos mentales, ex convictos y adictos.

México, 09 de junio de 2017.- Jóvenes en situación de calle, adultos mayores, enfermos mentales, ex convictos y adictos a las drogas o al alcohol comparten la mesa de la Casa Hogar de Restauración El Alfarero. El menú es sencillo, pero nutritivo, dicen: sopa de pasta, bisteces en salsa verde y tortillas calientes… alimentos que fueron rescatados de llegar a la basura.

“Si no fuera por el Banco de Alimentos de la Central de Abasto ya hubiéramos cerrado, por la simple y sencilla razón que donde te donan algo tienes que dar una cantidad de dinero, y este banco no nos pide ni un solo peso y nos dan cada ocho días hasta una tonelada de alimento: carne, pan, verdura, fruta”, señaló Agustín Rojas Cabrera, pastor de esa casa hogar ubicada en Iztapalapa.

Con ello, alimentan tres veces al día a 24 varones y en una casa aledaña a diez mujeres adolescentes con problemas de adicción.

Esta casa hogar, es solo una de las 78 instituciones de beneficencia que reciben apoyo del Banco de Alimentos de la Central de Abasto, permitiendo atender a más de 21 mil personas vulnerables.

“Del primer año (de operación) del banco al segundo año, se aumentó 239 por ciento la cantidad de productos que recibimos en donación. Hemos entregado hasta la fecha 2 mil 389 toneladas de alimentos; evidentemente es una labor de tocar puertas, de concientizar”, señaló Sergio Palacios Trejo, coordinador y administrador general de la Central de Abasto de la Ciudad de México, en entrevista con MILENIO.

La central tiene una capacidad de almacenamiento de 120 mil toneladas de alimentos, entre abarrotes y productos orgánicos como frutas, verduras, hortalizas y flores.

A diario, se generan 600 toneladas de basura, de las cuales 70 por ciento son residuos orgánicos, gran parte alimentos aún aptos para el consumo humano, por lo que la administración de la central, en coordinación con el banco, realizan una ardua tarea de concientización en las 9 mil 500 bodegas y locales; apenas 100 locatarios realizan la donación de sus productos.

“Hay un gran desperdicio que tenemos que optimizar (…) Si tenemos una buena coordinación con los comerciantes podemos llegar a 70 por ciento de aprovechamiento del producto que tentativamente pudiera ir a la basura”, señaló Palacios Trejo.

Explicó que entre los comerciantes es común la práctica de tirar cargas completas de mercancía, cuando los precios son demasiado bajos o tienen un exceso de producto.

Por ejemplo, “el tema del jitomate, cuando tiene un precio muy bajo y no se compra, el camión completo se tira a la basura. Ahí es donde tenemos que poner el foco de atención.

“Su tema es vender y poco a poco hemos logrado empatar una cultura distinta que entiendan para qué lo mandan a la basura, si hay opciones donde ese producto puede ser bien utilizado. Con la experiencia que tenemos aquí, ninguna persona debe padecer hambre, hay comida para todos”.

ES MEJOR QUE TIRAR

En la bodega X33 de la Central de Abasto, Irlanda Alcántara tiene apiladas 70 cajas de plátano Chiapas, de 23 kilos cada una, que pronto sacará; la fruta está en perfecto estado, las pencas tienen el tono amarillo que invita a probarlas, pero se trata de producto por el que sus clientes querrán pagar menos, pues perecerá en menos de cuatro días; por ello, llama al Banco de Alimentos de la Central de Abasto para hacer su donación.

Donar este producto es una práctica que Irlanda emprendió desde la última semana de diciembre pasado, cuando “casi no se vendió y yo tenía alrededor de 200 cajas que se iban a echar a perder (…) encontramos el Banco de Alimentos aquí. Ellos nos lo reciben, vienen por él y se lo llevan, solo le hablo y amablemente llaman a su equipo”.

Antes ser una donadora solía mandar directo a la basura la mercancía que ya no le resultaba redituable, sin estar echada a perder.

“Es una pena, es la falta de conocimiento de dónde podemos donar este tipo de alimentos y hacer más conciencia para que se done en buenas condiciones. Como comerciantes sabemos cuándo es el punto en que el producto se va a echar a perder o cuantos días de vida tienen en el stand y también ya conocemos cuándo se vende, entonces es mejor darlo”, señaló Irlanda.

La propietaria de la bodega Bandolero Premium, es una de las 100 locatarias que donan constantemente al Banco de Alimentos. En promedio vende 2 mil 600 cajas a la semana y regala 8 por ciento del producto.

Historia por Fanny Miranda | Milenio

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