Recuerdan masacre de jesuitas en El Salvador
San Cristóbal de Las Casas, Chis., 16 de noviembre del 2023.- Este jueves 16 de noviembre se cumplen 34 años de la llamada masacre de la UCA, ocurrida en El Salvador, en la que militares asesinaron a balazos a seis sacerdotes jesuitas y dos mujeres, sin que hasta la fecha se haya hecho justicia, por lo que en España, de donde eran originarias cinco de las víctimas, continúa el juicio en contra de los autores intelectuales, incluido el ex presidente de la República Alfredo Cristiani, del derechista partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena).
A propósito, el doctor en Ciencias Sociales y licenciado en Filosofía, Carlos Mauricio Hernández, originario de El Salvador, afirmó que en ese país fueron condenados los autores materiales en 1991, todavía en plena guerra civil, pero se creó una Ley de Amnistía en 1993, luego de la firma de los acuerdos de paz entre el FMLN y el gobierno salvadoreño, celebrados el 16 de enero de 1992 en la Ciudad de México, y quedaron libres.
En entrevistado en San Cristóbal, donde radica por motivos de investigación académica, agregó que en 2016 se derogó la Ley de Amnistía y se recapturó al militar Guillermo Benavides, el oficial de más alto grado detenido. El otro militar condenado, Yushi Mendoza, reside en Chila.
Sin embargo, a petición de la Fiscalía General salvadoreña, el órgano judicial de ese país reabrió el caso por lo que en junio de 2023 se acusó penalmente a militares de alto rango y a algunos de sus abogados defensores y por primera vez al ex presidente Alfredo Cristiani, quien huyó del país antes de ser capturado o interrogado legalmente.
“Algunos jesuitas en El Salvador no están de acuerdo con que se les enjuicie en España porque el crimen fue cometido en El Salvador y quieren que ahí sean juzgados. Aunque han apoyado el juicio, quieren que el sistema de justicia en El Salvador funcione para que no quede impune el crimen. Dicen que si se juzga en España es un logro histórico, pero no se toca el sistema de impunidad en El Salvador”, expresó Hernández, ex catedrático de la UCA.
Autor del libro titulado La civilización fracasa. Crítica política de Ignacio Ellacuría al capitalismo, fruto de una investigación de cuatro años, que le sirvió como tesis para obtener el doctorado en ciencias sociales en el Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica (Cesmeca), dependiente de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unichac), recordó que la masacre de los jesuitas, entre ellos Ignacio Ellacuría, rector de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, conocida simplemente como UCA de El Salvador, ocurrió en una amplia ofensiva militar del FMLN, en el contexto de la guerra civil salvadoreña.
Señaló que “los jesuitas en El Salvador asumieron un rol protagónico en la guerra en tanto mediadores, pues ellos querían poner fin a la guerra mediante la vía negociada, lo que los llevó a enfrentarse al Ejército financiado por Estados Unidos que no quería terminar con la guerra por la vía negociada, sino aplastando a la guerrilla”.
Agregó que “el 11 de noviembre de 1989 explotó una gran ofensiva guerrillera en la capital, San Salvador, a donde la guerra no había llegado y en ese contexto la dirección de la fuerza armada y el gobierno salvadoreño decidieron que había que matar a los que consideraban cabecillas de la guerrilla y acusaron a los sacerdotes jesuitas de ser los que estaban detrás de la ofensiva guerrillera, por lo que decidieron en una reunión, según las investigaciones que se han hecho, asesinar a Ellacuría sin dejar testigos”.
Continuó que “entraron en la madrugada a las instalaciones de la UCA. Habían hecho un cateo días antes y no encontraron armas ni evidencias que indicaran que ellos fueran cabecillas de la guerrilla. Aun así, llegaron esa madrugada, identificaron donde estaba Ellacuría y lo mataron de una manera muy simbólica porque lo sacaron al patio de la residencia y le dieron un balazo en la cabeza, lo que ha sido interpretado por los teólogos como que el Ejército no quería siguiera pensando, hablando ni buscando salidas negociadas para la guerra en el país”.
Comentó que los militares “mataron también a otros cinco jesuitas. En total, cinco españoles y un salvadoreño, y como tenían la orden de no dejar testigos mataron con mucha brutalidad a la empleada doméstica y su hija, que nada tenían que ver en el problema”.
Dijo que Ellacuría, de origen español, el rector de la UCA en ese entonces, “llegó en 1949 por primera vez a El Salvador a hacer el noviciado. Después de estudiar humanidades en Ecuador; teología en Alemana y hacer un doctorado en España, regresó en los años 60; la UCA se fundó en 1965”.
Esa universidad creada por los jesuitas, añadió, “iba a ser en teoría, conservadora, pero Ellacuría asumió la rectoría en 1979 y le puso una impronta. Decía que el centro de la universidad era la realidad y dio un giro. De ser conservadora se volvió la universidad más crítica de la situación en el país, lo que le valió muchos ataques a la universidad y personales”.
Sostuvo que el asesinato de los sacerdotes jesuitas aceleró y provocó en buena medida lo que el gobierno derechista y el Ejército de El Salvador no querían: una solución negociada, ya que luego del crimen que fue condenado internacionalmente, se exhibió cómo Estados Unidos los apoyaba económicamente y con asesoría, por tratarse de un escenario de la guerra fría.
“El movimiento internacional que se generó después del crimen sirvió para que Estados Unidos dejara de apoyar al Ejército y se apresura la solución por la vía negociada, por lo que no se impuso la visión del gobierno de ese país que quería aplastar a la guerrilla”.
Con información de: https://www.jornada.com.mx/