07 de marzo 2016.- Las condiciones de sequía prevalecientes, hacen pronosticar una alta siniestralidad en áreas forestadas, dijo Juan Carlos Pouda Romo, jefe del Departamento de Control de Incendios Forestales de la gerencia estatal de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Es necesario, señaló el funcionario de Conafor en Nuevo León, “hacer conciencia de la situación grave que se tiene en relación a esta temporada crítica de incendios forestales que estamos empezando”, pues pudiera ser similar a años críticos como 1998, cuando cerca de 30 mil hectáreas se devastaron.
En entrevista con Notimex, indicó que los más de 10 incendios registrados durante lo que va del año superan ya la siniestralidad de todo el 2015, “cuando a estas fechas no llevábamos ningún incendio”.
Durante 2015 en Nuevo León se registraron 13 incendios, con 86 hectáreas afectadas, mientras que, en 2014, 13 siniestros dañaron 154 hectáreas, precisó.
Hasta ahora la afectación en más de 150 hectáreas se limita a pastizales y arbustos, pero en la realidad, en las áreas bajas, pueden generarse incendios mayores que pueden impactar los ecosistemas de bosques, manifestó.
“Es importante considerar que el pronóstico que se tiene, de la Comisión Nacional del Agua ((Conagua), es de casi un 36 por ciento menor a la media de precipitación en nuestro estado, hasta el mes de mayo”, dijo.
Explicó que esta situación “nos deja en desventaja por las condiciones adversas que estamos teniendo, de que los combustibles que tenemos ahorita disponibles están muy secos”, luego de que durante 2015 hubo lluvia, lo cual hizo desarrollar la vegetación, pero con las heladas de principios de año, está ahora seca.
Con las bajas precipitaciones, “ese combustible está disponible para arder con cualquier causa de ignición, por lo cual hacemos un llamado a la ciudadanía, de concientización, de tomar todas las precauciones debidas que se tengan”, subrayó.
Pouda Romo indicó que los daños por incendios forestales es difícil pronosticarlo, pero recordó que, en 2011, tras el huracán Alex, quedó mucho material combustible tirado en el bosque, por las lluvias y vientos fuertes, con alta siniestralidad.
“El pronóstico de la Conagua no es nada halagüeño en cuestión de precipitaciones, por lo que esperamos una temporada casi igual a la de 1998, cuando se quemaron grandes extensiones y grandes superficies, estamos hablando de casi 30 mil hectáreas, casi se espera una situación de este tipo por la sequía que estamos viviendo”, expuso.
Al ir de paseo a los bosques es para disfrutar “y no en un sitio que vayamos a afectar por un descuido, al encender una fogata para calentar nuestros alimentos o la quema de una basura, hacerlo con toda la responsabilidad que podamos tener, para que no vaya a salirse de control alguna quema”, precisó.
Pouda Romo apuntó que las quemas agropecuarias o agrícolas, para evitar contingencias, debe hacerse con la adecuada supervisión de técnicos o con las medidas suficientes de personal y equipo, para que no se extiendan a zonas forestales.
Añadió que la baja cifra de incendios durante los últimos años en la entidad obedece a la prevención, aunado a la alerta temprana de siniestros, para atacarlos oportunamente.
Los siniestros registrados se han presentado particularmente en el sur del estado, aún no se dan en el centro y norte del estado o en la zona metropolitana, comentó el jefe del Departamento de Control de Incendios Forestales de Conafor Nuevo León.
“Por lo general en Santa Catarina y el área de Santiago presentan muchos incendios, hay que tener mucho cuidado, porque ya se avecina la temporada de Semana Santa, no falta mucho y es importante tomar desde ahora precauciones”, mencionó.
“Hacemos un llamado a todos los municipios, que se encuentran en el corredor de la Sierra Madre Oriental, donde se encuentran los bosques del estado, para que cuiden sus propiedades y no vayamos a tener incendios de gran magnitud, con grandes daños al arbolado”, puntualizó.
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