Pachuca, Hidalgo a 22 de enero de 2016
- En temporada invernal reciben vitaminas y cuidados especiales, para reducir el riesgo de enfermedades respiratorias
El Sistema DIF Hidalgo, por medio de la Casa de la Tercera Edad, procura durante todo el año la salud de las personas adultas mayores que habitan en este centro asistencial, durante la temporada invernal cuando predominan las bajas temperaturas, las y los residentes de la Casa de la Tercera Edad reciben vitaminas para reforzar sus sistema inmunológico y de esta manera evitar, en la medida de lo posible, que contraigan enfermedades en vías respiratorias, informó la directora del centro, Margarita Lleonart Vera.
Lleonart Vera precisó también que para evitar contagios, se toman medidas especiales con los internos que padecen gripe severa o infección en la garganta, por ejemplo, toman sus alimentos en sus habitaciones y se evita que se expongan al cambio brusco de temperaturas, en caso de que tengan que salir se pone especial atención en que sea lo más abrigados posible.
Casa de la Tercera Edad constituye una alternativa para las personas adultas mayores que se encuentran en situación de abandono, ya que su estancia en el centro asistencial les garantizan los cuidados físicos y de salud para contar con una vida digna. Margarita Lleonart Vera especificó que en este momento, aproximadamente, el 60 por ciento de los residentes se encuentran en situación de abandono.
Para que una persona adulta mayor pueda ingresar a la Casa de la Tercera Edad es necesario que sea propuesta por una persona, quien tendrá que fungir como responsable y proporcionar documentos como identificación y comprobante de domicilio, en cuanto a la persona que aspira a ser residente se le realizará una valoración médica, además es importante que la persona tenga deseos de estar en este centro asistencial, que se valga por sí misma de preferencia.
En los últimos cinco años sólo se registraron tres egresos, es decir cuando la familia decide llevarse a su familiar a casa. Recordó el caso de una mujer que se fue con su nieta y a dos residentes más, a los que se les diagnosticó una enfermedad terminal y la familia decidió llevárselos a vivir los últimos días en casa.
Casa de la Tercera Edad tiene capacidad instalada para atender a 90 personas, actualmente tiene 90 residentes; los últimos ingresos han sido de personas sin familia y que han sido abandonados, “sin duda representa una alegría y una bendición que lleguen a la Casa de la Tercera Edad porque se les da todo lo que necesitan para que tengan una vida digna y con calidad”, finalizó.
