(CNNMéxico) — 17 de mayo 2015.- El gobierno de Jalisco desarmó a los policías municipales de la región donde hace dos semanas un helicóptero militar fue atacado, informó este viernes la Fiscalía General del Estado (FGE).
El gobernador Aristóteles Sandoval «ordenó intervenir de manera preventiva los municipios de Villa Purificación y Unión de Tula, por lo que en estos momentos elementos de las fuerzas estatales de Seguridad Pública realizan un operativo en ambas localidades para el desarme de sus policías», de acuerdo con el documento.
En el operativo se resguardaron 46 armas cortas y 36 largas en ambos municipios, así como nueve vehículos. Los alcaldes de las dos poblaciones fueron avisados y colaboraron para su realización.
Mientras tanto quedaron a cargo de la vigilancia las Fuerzas Estatales de Seguridad.
En cuanto a la investigación, la Fiscalía indicó que 19 policías de Villa Purificación y 11 de Unión de Tula, incluidos los mandos, están en calidad de presentados y rindiendo declaración.
«Desarme preventivo se enmarca en acciones que, por más de dos años, ha realizado @GobiernoJalisco para combatir el crimen organizado», indicó en redes sociales el vocero del gobierno estatal, Gonzalo Sánchez.
En el operativo se detuvo a una persona, en Unión de Tula, con 1,000 litros de gasolina, 50 kilogramos de marihuana y 149 dósis de cristal, aunque no se precisó si el detenido está relacionado con la policía municipal.
Un comando atacó el 1 de mayo pasado en Villa Purificación, población ubicada a unos 100 kilómetros de Unión de Tula y con 11,000 habitantes, con un lanzacohetes a un helicóptero militar en el que viajaban 18 policías y oficiales, de los cuales 9 murieron.
El mismo día hubo enfrentamientos entre presuntos narcotraficantes y policías en esa región ubicada en el suroeste de Jalisco, con costas en el Pacífico, y bloqueos con autos y camiones incendidados en al menos 39 sitios del estado, acciones atribuidas al cartel Nueva Generación.
Las autoridades federales indicaron que las acciones del mencionado grupo delictivo que bloqueó vialidades, ataque a policías y soldados, y el derribó de un helicóptero de la Fuerza Aérea, fueron una reacción a las tareas del gobierno para desmantelar a la organización.
Tras los hechos del 1 de mayo murieron militares y un policía federal, así como un funcionario estatal y al menos ocho presuntos delincuentes, de acuerdo con el balance de las autoridades.
Con información de AFP
