03 de julio de 2017.- Desde el año 1983 en nuestro país, la Ley Nacional 22.909 establece que se cumpla un calendario de vacunación obligatorio para adultos y niños hasta los 15 años. ¿Por qué obligatorias? Porque son un bien social, que benefician a la comunidad.
Pero un nuevo proyecto de ley presentado por Paula Urroz, diputada de Unión Pro, propone instaurar un “consentimiento informado” que habilite a los padres o responsables de los menores de edad, a rechazar la aplicación de vacunas.
El proyecto también incluye la incorporación de folletos en los centros de vacunación tanto públicos como privados, donde se informe y se advierta sobre las contraindicaciones que se podría recibir tras la inyección.
Es decir que autorizaría a los adultos mayores o responsables de niñas, niños y adolescentes a rechazar la aplicación de la vacuna, después de recibir información sobre los riesgos que “la inoculación en cuestión implica”.
¿Qué dicen los profesionales?
La Sociedad Argentina de Infectología, la Fundación Huésped y la Sociedad Argentina de Inmunología, emitieron un comunicado en el que aseguran que la vacunación, luego de la potabilización del agua, es el hito sanitario que más vidas salvó en el mundo a lo largo de la historia de la humanidad.
Y que si bien es posible que en algunas personas se generen algún efecto adverso, estos son poco frecuentes y leves; y en la mayoría de los casos, no son más que molestias menores.
Considerando la propuesta, imponen que significaría un retroceso en la política sanitaria, con serias consecuencias potenciales para la salud de la población y de las futuras generaciones.
Explicando además que el hecho de que un solo niño quede desprotegido por falta de vacunación, representa un peligro social, ya que no solo él queda vulnerable sino que además también pone en riesgo a sus semejantes al no contribuir a la inmunidad general o “inmunidad de rebaño”.
¿Vos que pensás de esta medida? Contanos qué opinás al respecto.
Con información de: http://www.vix.com/
