Notimex. La principal plaza pública de Tlaxcala, antigua Plaza de Armas es, como en todas las entidades del país, punto de encuentro de actividades sociales, culturales y políticas, y a la vez sitio favorito de las familias tlaxcaltecas para dar el acostumbrado paseo dominical.
Conocida actualmente como Plaza de la Constitución, el sitio tiene las medidas originales de las plazas medievales, y ha sido escenario de películas, documentales y cortometrajes desde la Época de Oro del cine nacional hasta nuestros días.
Miguel Ángel Meneses Ordóñez, historiador, cronista y guía del Palacio de Gobierno, uno de los edificios emblemáticos del Centro Histórico de Tlaxcala, dijo, en entrevista con Notimex, que la plaza ha sufrido diversas modificaciones pero ha mantenido su aire de provincia.
“Es una de las primeras plazas en territorio continental, pues anterior a ella sólo se encuentran las que los españoles fundaron en Cuba y otras islas del Caribe”, mencionó.
La Plaza de Armas es de vital importancia porque es el centro rector de toda la vida social, de la estructura social orgánica y cuando llegan los españoles se erige este espacio como uno de los principales de la región.
Al concluir la etapa de la Conquista de la Gran Tenochtitlán, “Tlaxcala tiene durante la fundación de la ciudad y la construcción de la plaza, el privilegio de contar con un gobierno indígena”.
Asimismo un ayuntamiento indio, “ello por Cédula Real de Carlos V”, subrayó el historiador.
Respecto a su denominación como Plaza de la Constitución, explicó que “esto se da en el año de 1812, en honor a la Constitución de Cádiz, a la cual acude Miguel Guridi y Alcocer (personaje ilustre tlaxcalteca) como diputado”.
La plaza pública de Tlaxcala fue construida y ornamentada en un principio con árboles de fresno, y actualmente sus amplias jardineras cuentan también con sabinos y algunos sauces.
“Entre sus principales edificaciones se encuentran el Palacio de Gobierno, en su momento la Casa de Hernán Cortés, y la cual tiene ahora una hermosa fachada estilo rococó”, señaló.
Asimismo, mencionó el cronista, rodean a la plaza la Antigua Capilla Real de Indios, actualmente convertido en el Palacio de Justicia, y los Portales Hidalgo y Juárez.
“También tenemos el edificio Mesón Real, donde estuvo hospedado Maximiliano de Habsburgo y el cual es hoy ocupado por el Hotel Posada San Francisco”, subrayó.
Refirió asimismo que la Plaza de la Constitución y el Centro Histórico de Tlaxcala tiene una gran trascendencia en la vida política de México, pues “la plaza es una de las primeras en la América continental, antes hubo una pequeña plaza en Cuba”.
Meneses Ordóñez indicó que el sitio “surge al mismo tiempo que la fundación de Tlaxcala, en el año de 1525, y uno de sus atractivos principales es un kiosco donado por Porfirio Díaz en el año de 1892”.
“En tiempos del gobernador Próspero Cahuantzi, compañero de armas de Porfirio Díaz durante la guerra contra el ejército francés, se recibe como presente el kiosco que hoy adorna el centro de la plaza de la Constitución y retiran una fuente”, señaló.
Dijo que antiguamente “había un tranvía, y hay que recordar que aquí en Palacio de Gobierno se filmó la película ‘La Escondida’, con María Félix y Pedro Armendáriz, y no sólo esa película sino son varias más”.
La plaza tiene las medidas de una plaza medieval española, que son 120 metros por lado, anteriormente “se media en varas”.
Respecto a la estructura del kiosco, Axel Díaz, estudiante de la licenciatura en Arquitectura en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, señaló que tiene un estilo ecléctico, antecedente del art decó.
“Ese estilo afrancesado es el que predomina en México a finales del siglo XIX y principios del siglo XX”, acotó.
Para el antropólogo Jose Guadalupe Pérez, una plaza pública es un lugar que encierra un importante ritual para el ser humano, “es un sitio que reúne ritos importantes para la sociedad, ya sean culturales, políticos o históricos”.
Por ejemplo el Zócalo, la principal plaza pública de México puede servir para eventos culturales o artísticos, y el 15 de septiembre de cada año se cumple en ese espacio el rito del Grito de Dolores que da identidad a la sociedad mexicana.
Pérez Pérez dijo que “la plaza pública es un espacio ritual, que sirve para confluir cuestiones simbólica. En ella se conjuntan ritos de tipo cultural” a lo largo de la vida.
Otro ejemplo es la plaza de toros, “donde puede ser un espacio común un día utilizado para un concierto o un tianguis de ropa, pero cuando se utiliza para recrear su propia identidad, con la presencia de toros y matadores, se vuelve asimismo un sitio ritual”.
“Cuando en un espacio son convocados símbolos, signos, personas es cuando está plaza se convierte en un sitio ritual para el ser humano”, subrayó el especialista.
