Paso a desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | Porfirio Díaz, el héroe que no quieren recordar.
Uno de los héroes en la batalla de Puebla que tuvo lugar el 5 de mayo de 1862, es Porfirio Díaz.
Su estratégica participación fue fundamental para que el ejercito mexicano obtuviera el triunfo ante el llamado “mejor ejército del mundo”.
El combate tuvo lugar en los fuertes de Loreto y Guadalupe, Puebla.
Concluida la batalla, el militar mexicano envió su parte informativo al Ciudadano General Maestre del Cuerpo de Ejercito de Oriente. Ignacio Zaragoza.
“Me es grato poner en conocimiento de usted los pormenores de la función de armas de ayer, en lo relativo a la 3ª. División que actualmente mando”.
En la misiva refiere el general Díaz que; a las 11 y media de la mañana, cuando las columnas del enemigo estuvieron al alcance de su artillería, comenzó un fuego activo.
Durante los ataques que la infantería enemiga dirigía en contra de los fortines de Guadalupe y Loreto, las columnas que estaban a sus órdenes permanecieron a la espera, según órdenes superiores.
Entre las dos y tres de la tarde, -anotó- “cuando más se empeñaba el combate observé que una gruesa columna de infantería se dirigía a nuestro frente” entonces el general envió en ese momento a que el Batallón Guerrero, bajo el mando del Teniente Coronel Mariano Jiménez, se moviese en columna hacia el enemigo, y desplegando sobre la marcha en batalla, lo batiese sin dejar de ganarle terreno.
Asimismo, en apoyo, ordenó Díaz que los batallones 1º. Y 2º. de Oaxaca persiguieran al enemigo logrando buenos resultados.
Entonces las columnas francesas, “que por última vez y con indecible valor atacaban al fortín de Guadalupe, se convirtieron en torrentes de fugitivos que veloces descendían del cerro” En ese momento Porfirio Díaz, ordenó que el Batallón Morelos reforzara la parte izquierda del combate, y por la derecha, instruyó a los escuadrones de rifleros y lanceros atacar de inmediato, rechazando totalmente a los soldados franceses.
El alto mando entonces ordenó a Díaz hacer un alto a la persecución de los soldados galos, que huían en completo desorden.
Hasta las siete de la noche refiere Porfirio Díaz, hubo intercambio de disparos…
Finalizando la carta, el militar mexicano señala que “no puede decir con certeza el número de muertos y heridos del enemigo”.
Y envía sus respetos al presidente de México: Sírvase usted felicitar a mi nombre al ciudadano General en Jefe, aceptando para si las promesas de mi aprecio y debida subordinación.
Libertad y Reforma. Campo sobre el enemigo, mayo 6 de1862.
Porfirio Díaz.
Después las cosas cambiaron…