Paso a Desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | ¿Por qué se llama San Juan de Letrán?
San Juan de Letrán es un templo sacro conocido como la Basílica de San Juan de Letrán.
Es una de los templos católicos más antiguos y venerados de Roma y ha sido considerada como la catedral de esa ciudad.
Pero además también es conocida como la «Madre y Cabeza de todas las iglesias de la ciudad y del mundo».
Su historia señala que La Basílica de San Juan de Letrán fue construida originalmente en el siglo IV por el emperador Constantino el Grande, convirtiéndose en la primera iglesia cristiana en Roma; y es la sede oficial del Papa como Obispo de Roma, pero es de todos conocido que el Papa reside en el Vaticano.
La basílica está compuesta por una regia arquitectura, con una fachada ornamentada, con columnas y frescos . En su interior alberga espléndidas obras de arte, incluyendo el Trono de San Pedro y la estatua de bronce de San Juan Bautista.
Pero ¿Porqué el Eje Lázaro Cárdenas se llamó Av. San Juan de Letrán? En la CDMX
Corría el año de 1548 un cuarto de siglo de la caída de Tenochtitlan y los españoles vieron aumentar el número de los mestizos nacidos en la Nueva España que requerían de educación, por lo tanto decidieron edificar un colegio “para mestizos” y posteriormente le dieron el nombre de Colegio de San Juan de Letrán.
La ubicación del solar en donde se erigió el inmueble, está situado en una antigua y céntrica avenida entre la actual calle de Venustiano Carranza.
De manera genérica y al paso de los años, la gente que acudía al “centro” decía; “voy a San Juan de Letrán”
Pero también se llamó Avenida del “Niño perdido”. Merced a una leyenda popular de tintes trágicos que le dio primeramente el nombre a esta gran avenida que inicia desde la colonia Portales hasta la fuente de Salto de Agua; y que abarcaba lo que hoy es José María Izazaga a Madero, y Ruiz de Alarcón, que iba de Madero a la calle de Tacuba
Y a pesar de las confusiones; Niño perdido o San Juan De Letrán, esta fue la avenida más conocida en el entonces D. F.
Ahí se han amalgamado los puntos culturales más importantes de la ciudad.
Hubo una época que ir a caminar por esta calle representaba acudir al corazón de la modernidad mexicana con sus cines, sus hoteles, sus teatros, restaurantes y el primer rascacielos de la ciudad, La Torre Latinoamericana.
Por cierto el primer colegio para mestizos vino a la baja a fines del siglo XVIII, se mantuvo erguido hasta la Independencia y en 1821 recibió un gran impulso pero desapareció definitivamente en 1857.