Napoleón Bonaparte se había obsesionado con conquistar Egipto.
El 1 de julio de 1798, Napoleón llegó a Alejandría con 38 mil soldados y científicos de Francia.
El Corso deseaba desentrañar todos los misterios de la tierra de los faraones.
En tanto su ejercito conquistaba las enigmáticas tierras, los científicos acopiaron todos los datos posibles.
Inglaterra, enemiga de Francia, combatió a Bonaparte.
Napoleón tuvo que volver a Francia, derrotado.
Sin embargo, sus fuerzas militares y los hombres de ciencia, continuaron trabajando en su gran tarea.
En 1799, en la ciudad de Rosetta, al estar reparando una antigua fortaleza, el bloque fue descubierto por el oficial francés, Pierre François Xabier Bouchard.
Era una estela incompleta de granodiorita gris y rosa que data del 196 AC, que presenta un decreto sacerdotal sobre el rey Ptolomeo V de Egipto.
El comandante de Bouchard, El general Menou, cuando se dió cuenta de su importancia, hizo mandar la piedra a Alejandría.
Procedieron a realizar moldes, más tarde el general británico Tomkins Turner se hizó con la piedra, con lo que la pieza acabó por encontrar un lugar permanente en el Museo Británico.
Eruditos trataron de descifrar los jeroglíficos, pero fue el inglés Thomas Young quien identificó que los jeroglíficos estaban relacionados con Ptolomeo V Epífanes.
Sin embargo, fue a principios de la década de 1820 DC. cuando el francés Jean-François Champollion descifró el texto, al descubrir que los jeroglíficos eran en realidad un mezcla de elementos alfabéticos, y silábicos. Por consiguiente, el significado completo de los jeroglíficos egipcios, perdido durante 1600 años, pudo redescubrirse por fin.
El texto de la piedra es un largo elogio sobre los logros y el buen gobierno de Ptolomeo V.
“El rey ha traído mucha prosperidad a Egipto y que ha invertido grandes cantidades de dinero en templos. Los impuestos se han reducido o eliminado, y muchos prisioneros que estaban considerados enemigos del estado han sido liberados durante su reinado. El rey también ha aplastado a los enemigos de Egipto. Para honrar todos estos actos, se erigirá una estatua del rey en todos los templos, llamada «Ptolomeo, defensor de Egipto».
El texto concluye; estos decretos deberán escribirse en piedra en tres textos – sagrado, documental y escritura griega – y que las piedras deberán instalarse en todos los templos junto a la estatua de este gran rey que vivirá por siempre”
La Piedra de Rosetta está considerada como uno de los primeros archivos de la humanidad.
