Colaboraciones

Paso a desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | España reconoció la independencia de México hasta 1836

La última lanza del derrotado pueblo Azteca cayó a los pies del conquistador.

Fue el 13 de agosto de 1521.

Cuauhtémoc investido de dignidad le dijo a Cortés que había hecho “lo que le correspondía hacer en favor de su pueblo; ¡toma tu puñal y mátame!”.

A partir de esa fecha y hasta el 27 de septiembre de 1821​ estas tierras se conocieron como La Nueva España. Una colonia de la península.

Para gobernar las tierras conquistadas, desde España, el monarca encargaba todos los poderes a  un virrey.

Fueron 61 los virreyes los que gobernaron Nueva España, hasta la independencia de México en 1821.

300 años en donde el territorio de la América, vivió sujeto a los designios de ultramar.

El dominio español impedía que la nueva sociedad, en este continente, tomara los destinos de su desarrollo.

El rey, el virrey, la iglesia, los comerciantes y el ejercito, mantenían un cerco en donde nadie podía cruzar con la aspiración legítima de la idea independentista.

En 1810, sin embargo, el cura Hidalgo, un criollo al lado de otros cercanos inició el movimiento revolucionario que aspiraba a la libertad.

11 años duró la lucha con la muerte del propio cura y un sin número de seguidores que aspiraban a tomar las riendas de su destino.

El ejercito realista, mejor armado, con mayores recursos económicos y con militares de carrera no pudieron impedir que los anhelos libertarios se materializaran.

Y el 24 de agosto 1821, Agustín de Iturbide al entrevistarse con Juan O’Donojú en Córdoba, firmaron un tratado en el que finalmente fue reconocida la independencia de México.

Y el 27 de septiembre de 1821 ​el ejercito trigarante hizo su triunfal entrada en la hoy Ciudad de México.

Un día después, se firmó el Acta de Independencia del Imperio Mexicano pronunciada por su Junta Soberana en la capital del país.

Y a pesar de que México alcanzó su independencia  con la firma de los Tratados de Córdoba, durante meses, España intentó recuperar su dominio, pero al no lograr hacerlo no tuvo más remedió que reconocer la independencia de México hasta el 28 de diciembre de 1836 a través del tratado Santa María Calatrava

Este fue el tratado definitivo de paz y amistad ratificado por ambos gobiernos, reestableciendo las relaciones diplomáticas bilaterales.

Sin embargo Lázaro Cárdenas rompió relaciones con España por los excesos de presidente Francisco Franco, luego Luis Echeverría hizo lo propio y José López Portillo restableció las relaciones diplomáticas en 1977.

Los pueblos de México y España son pueblos fraternos.

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