Murió en la ciudad de México, el 15 de abril de 1968, tenía 90 años de edad. Sus restos se encuentran en el cementerio general de Mérida.
En 1923 siendo su hermano Felipe Carrillo Puerto, gobernador del estado, Elvia fue elegida como diputada municipal por parte del Partido Socialista del Sureste.
Después del asesinato de su hermano Elvia fue obligada a abandonar el cargo. Así mismo el voto a favor de la mujer fue anulado en Yucatán.
Elvia Carrillo Puerto nació el 6 de diciembre de 1878 en Motul, Yucatán, fue la sexta hija del matrimonio de Adela Puerto Solís y Justiniano Carrillo Pasos.
Al cumplir los 6 años la llevaban junto con sus hermanas Hermida, Enriqueta y Josefa y sus hermanos Felipe y Gualberto, al Colegio Roque J. que impartía una educación laica y en el que iban los hijos de los obreros del lugar, por lo que, Elvia se percató de la desigualdad entre las clases sociales que se vivía durante el Porfiriato.
Elvia Carrillo fue alumna de la poetista Rita Cetina Gutiérrez, aprendiendo de ella, la noción de igualdad de género. Esta influencia la llevó a cursar estudios de textos escritos por grandes teóricas de los derechos de la mujer.
En 1912, Elvia fundó la primera organización femenina de campesinas con la finalidad que a las mujeres jefas de familia se les garantizaran los mismos derechos que a los hombres en la distribución de tierras.
Participó en la fundación de las “Ligas de Resistencia Feministas” llamó a las mujeres de su estado a organizarse y apoyarse en temas como: derecho al voto, higiene, alfabetización, control de la natalidad; este último, era un paso indispensable en la búsqueda de libertad de las mujeres y sostenía de fondo la más intolerable de las reivindicaciones para las sociedades conservadoras.
En 1919, Elvia viajó a la ciudad de México donde creó la Liga Rita Cetina Gutiérrez con la intención de lograr la inclusión del debate sobre el voto femenino; sin embargo, fue ignorada por sus compañeros socialistas.
Nunca retrocedió en su lucha por los derechos de las mujeres. Nunca dejó de lado su preocupación por las mujeres y los hombres mayas.
Finalmente y gracias al esfuerzo de miles de mujeres, en 1953 el presidente Adolfo Ruiz Cortines propuso la iniciativa para reconocer el derecho a las mujeres como votantes en todas las elecciones.
Elvia es conocida como “Monja Roja” por ser parte del grupo de mujeres mexicanas que lucharon por sus derechos políticos durante y después de la Revolución Mexicana.
