Colaboraciones

Paso a Desnivel | David Cárdenas | Palacio de Bellas Artes

Iniciaba el siglo XX y se conmemoraba también el centenario de la independencia.

Por ese motivo, las autoridades mexicanas buscaron embellecer a la hoy CDM con obras de utilidad, y conmemorativas a esa gesta heróica.

Así entonces, el presidente Porfirio Díaz encargó al arquitecto italiano, Adamo Boari, el levantamiento de un nuevo Teatro Nacional.

La Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas fue quien ecabezó la coordinación de este magno proyecto, que de acuerdo al italiano Boari siguió los parámetros del “Nuevo Arte Decorativo Moderno”.

Ubicado en el centro histórico, de 1904 a 1912, se realizaron los cimientos y el exterior del edificio.

En la estructura del edificio utilizó acero y concreto, y revistió el esqueleto metálico de mármol.

Las esculturas de la fachada, son de  mármol de Carrara y  representan a las bellas artes.

Se dijo en un principio que la obra concluiría en cuatro años, sin embargo  los trabajos no se finalizaron debido a que suelo no soportó la estructura del edificio por lo que  el presupuesto inicial aumentó.

Luego se dio la decena trágica y con ella el estallido de la Revolución en 1910, por lo que la construcción del Teatro Nacional fue interrumpido una vez mas.

Fue hasta el año de 1928, con el arquitecto mexicano Federico Mariscal como director de obras que se continuó con esta obra.

Esta segunda etapa los constructores cambiaron el estilo de Boari por el de moda, “el art déco” y  el uso de materiales como ónix y mármol para los acabados.

En los turbulentos añoñs 30´s (1932 a 1934) el ingeniero Alberto J. Pani, entonces Secretario de Hacienda impulsó la última etapa de construcción, y pidió su transformación de teatro nacional a foro nacional para las artes escénicas y plásticas. Fue entonces cuando se le bautizó con el nombre de Palacio de Bellas Artes.

Finalmente, el 29 de septiembre de 1934 con el presidente Abelardo Rodríguez en el gobierno, el Palacio de Bellas Artes se inauguró como un recinto único en su género.

Desde ese mismo año, el Palacio de Bellas Artes alberga en su interior el Museo del Palacio de Bellas Artes.

Un palacio de todos los mexicanos que contiene espacios  que no debemos de dejar de visitar.

El lobby inferior es una maravilla arquitectónica.

Los recorrdios frente a los murales.

Sus exposiciones en El Rincón del Tiempo

Las maravillosas vistas desde sus terrazas.

Su amplio restaurante.

Y el Teatro Nacional con su vitral, nos invitar a acudir a este palacio.

 

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