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Osmar Olvera reta la calma de los chinos

Ciudad de México, 28 de septiembre del 2024.- La debilidad de los chinos en los clavados se encuentra en la “presión”. A sus 20 años, Osmar derribó la creencia de que los asiáticos son insuperables. El mexicano ocupa el trono mundial en el trampolín de 1 m y advierte que va por el oro en los 3 m. Los chinos ahora lo estudian de cerca.

Osmar Olvera sabe qué cables desconectar en la mentalidad de los chinos para meterles presión. Los ha estudiado como materia obligatoria en su proceso como clavadista representante de México en competencias internacionales. Las medallas hablan por sí mismas, Osmar los bajó del lugar dorado en el Mundial de Deportes Acuáticos Doha 2024. En el trampolín de 1 metro ganó el oro y no quedó un lugar en el podio para los chinos. Un mes después de los Juegos de París 2024, Osmar trajo sus dos medallas a El Economista, la plata y el bronce. La primera ganada en el trampolín de 3 metros sincronizados (junto a Juan Manuel Celaya), y la segunda en la prueba individual. En la entrevista se conduce sin rodeos y con una sonrisa que reafirma la confianza en sí mismo.

¿Cuáles son las debilidades de los clavadistas chinos? “Cuando estás muy cerca de ellos no aguantan la presión. Están acostumbrados a la presión en sus competencias nacionales, pero no a sentir que otro país esté muy pegado a ellos o que les estén ganando, eso no lo aguantan. Se ha demostrado, no lo digo solo porque sí, cuando sienten la presión y otros clavadistas están cerca, suelen fallar, es lo que buscaremos en cada competencia. La cultura que tienen los clavadistas chinos, viene desde pequeños. Han entrenado muy fuerte. Las bases y la técnica la saben al 100% por eso, son los mejores en clavados. Su cultura es ganadora busca la excelencia y estar en los mejores lugares. No son robots. Si no quedan en primer lugar, los regañan, los ponen a entrenar más, entonces, no son invencibles, son de carne y hueso como nosotros”, responde.

Una estampa para la eternidad es el momento cuando las cámaras del Centro Acuático Olímpico de Saint-Denis enfocó la reacción de sorpresa de los grandes favoritos chinos Long Daoyi y Wang Zongyuan. Se llevaron las manos a la cabeza y el grito de México hizo eco desde las tribunas. China entera sintió que se les iba el oro, pero los jueces decidieron entregárselo a la dupla y gracias a ello, el país barrió con todos los podios en París 2024, algo histórico. “Hay mucho que se tiene que mejorar. No será de un día para el otro, pero con Ma Jin (entrenadora) todo lo que es la técnica, las bases, pulir los detalles, han sido la diferencia de lo que justo buscaremos estos cuatro años. Más pegados los chinos, ya les hemos ganado en el trampolín de 1 m y ahora será en los 3 m. Hacerlo de la mejor forma en Juegos Olímpicos para esa medalla de oro”, reflexionó.

con información de https://www.eleconomista.com.mx/deportes

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