Ola de quejas por múltiples abusos de los ‘call centers’
México, 13 de agosto del 2018.- Un total de 7 mil reportes contra los llamados call centers (centros de llamadas telefónicas) recibió el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México en los primeros 10 días de agosto –un promedio de 700 al día– por mal uso de la base de datos, llamadas muy temprano o demasiado tarde, ofertas de servicios nunca solicitados, malos modos y hasta amenazas.
Dicha cifra equivale a 20 por ciento de los 30 mil 500 reportes captados en dicho lapso contra dichos centros, los cuales se escudan en el anonimato para evitar denuncias y sanciones por la molestia que pueden llegar a generar en las personas.
Consideró que esta violación a la privacidad puede tener tres orígenes: la venta de bases de datos de forma ilegal, el uso cruzado de las bases entregadas a los call centers tercerizados o que el ciudadano haya autorizado el uso de sus datos al firmar contratos de servicio.
El consejo señaló que un ejemplo de cómo operan es el número 55 5001 6500, que acumula 24 reportes por ofrecer desde servicios de una compañía de gas natural, una empresa web y una universidad, hasta presuntos premios por usar la tarjeta de crédito Visa o Mastercard.
En la mayoría de las modalidades, expuso, solicitan los datos de las tarjetas de crédito, pero en el presunto premio ganado, citan a las personas en hoteles u oficinas que rentan por unos días.
Al llegar les piden identificación, datos personales y de sus tarjetas, registrándose después casos de robo de identidad, sin considerar que, comúnmente, les ofrecen la venta de servicios casi de manera obligatoria para acceder al supuesto premio.
Las razones sociales de las empresas además no son ciertas y al moverse del hotel u oficina virtual no existe dirección en la cual ubicarlos, lo que dificulta a la autoridad su persecución; un ejemplo de ello es el número 55 5001 6500, con sede en Tlalnepantla, estado de México.
Se trata, dijo el Consejo Ciudadano, de un servicio de call center tercerizado, que ofrece sus servicios a grandes compañías y habla en nombre de ellas sin identificarse realmente, por lo que se dificulta su ubicación para una sanción, pues actúa de manera ilegal.
El principal temor de los ciudadanos ante este tipo de llamadas es que la empresa ya cuenta con sus datos personales como nombre, dirección, banco o compañía telefónica del que es cliente, entre otros, sin que él los hubiera proporcionado directamente.
Además, en ocasiones las llamadas se vuelven un verdadero acoso por su intensidad, que incluso puede llegar a las amenazas y malos modos, pues se incurre, muchas veces, en uso cruzado e ilegal de las bases entregadas a los call centers o el uso de datos personales de la gente, sin consentimiento de ésta, indicó.
Por Laura Gómez Flores | La Jornada