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‘Niños de polvo’, montaje inspirado en los menores víctimas de guerras: Zaid Rolva

Ciudad de México, 02 de julio del 2024.-Los niños de polvo, todos grises, víctimas de diferentes guerras, vistos desde hace tiempo en las redes sociales, motivaron al joven dramaturgo Zaid Rolva a escribir, precisamente, Niños polvo, que ofrecerá nueva temporada a partir del 7 de julio en el teatro Varsovia.

El también director de la puesta en escena señala que hace falta hablar de cómo los menores pueden sobrellevar un conflicto bélico, aunque no sólo los actuales, también los pasados como las dos guerras mundiales, sin olvidar la situación actual del sector infantil en México. Por ejemplo, la lucha que cada uno puede padecer, incluidas las guerras personales y nuestro niño interior. En la puesta, Rolva interpreta a Samir, hermano mayor de Orión, de siete años, cuyo cariño, fraternidad, humanidad y complicidad los lleva a prometer que prevalecerán siempre juntos y protegerse uno a otro. El estallido de una bomba los separa, entonces a partir de allí Orión dedicará todo su esfuerzo a rencontrarse con su hermano desaparecido, quien siempre le creó un mundo imaginario de lugares fantásticos para que pudiera escapar de su fuerte realidad. Importante, soñar No escapan en el sentido estricto de la palabra, porque los niños son conscientes de lo que pasa en nuestra actualidad, más bien, a distraerse un poco y seguir soñando, incluso dentro de tal situación, apuntó Rolva en conferencia de prensa. Así es como Orión, al pasar por un portal mágico, entra al mundo de niños polvos, donde conoce a varios personajes que serán cruciales para encontrarse con Samir.

Entre ellos, está el niño recolector, quien estuvo en un campo de concentración, y ayudará a Orión a pasar las pruebas para reunirse con su hermano. Luego está la princesa de porcelana, quien en vida se llamó Siria, fue muerta en la Primera Guerra Mundial y mostrará a Orión las pruebas que debe superar. El libro parlante es un personaje egocéntrico, aunque divertido, quien da un poco de luz y simpatía a la historia, señala Rolva. Al mismo tiempo, Orión se encontrará con caracteres antagónicos, como Mamá Cuervo, que representa la ambición que tenemos como seres humanos, y el Hombre Cucaracha, que personifica el odio o ese rencor que se tiene y que seguramente se debe de perdonar en algún momento en lo personal. El cartel publicitario. Foto Luis Castillo Ana Lilia Herrera, productora de la obra e intérprete de Mamá Cuevo (hay papeles que se alternan en las funciones), recuerda que por desgracia las guerras las hemos vivido desde hace muchos años. Es algo que no termina, que el poder mantiene. Queremos que el público reflexione que estos conflictos siempre han estado; hay niños que los han vivido y ya no están con nosotros. Sin embargo, nos pueden estar acompañando desde otro plano. La obra Niños polvo nació hace seis años; no obstante, siempre que se repone “hemos tenido que modificar uno de los textos que dice ‘no, esta es la guerra de 2022, 2023, ahora 2024, porque los menores siguen apareciendo y muriendo en la guerra”. Para la presente temporada se han refrescado los efectos de magia que contiene el espectáculo porque queremos ser muy visuales.

Éste es un tema muy fuerte, entonces intentamos hacerlo atractivo y digerible para todo público, no sólo mostrar situaciones de angustia y estrés. Hacemos trucos de magia y efectos visuales, a fin de que las personas entren a este mundo de fantasía, aunque adentro queda la conciencia de lo que pasa, indica Rolva. El dramaturgo reiteró que el trabajo trata de hablar de algo que “sucede a los niños, que son nuestros también. Nuestros niños allá y acá, y despertar empatía, es decir, ‘no puedo abrazar a uno en Ucrania; sin embargo, puedo voltear a ver uno de aquí y hacer algo en la medida de mis posibilidades’”. El elenco está integrado, además, por Nara Hernández (Orión), Sergio Díaz (Recolector y Hombre Cucaracha), Claudia Olivia (Princesa de Porcelana y Siria), Said Soto (Libro Parlante), Elizabeth Cortez (Princesa de Porcelana y Mamá Cuervo) y Luis Báez (Libro Parlante). La apuesta escenográfica aborda un concepto onírico, sugiere aquel viaje astral en el que todo puede ser posible. El vestuario, como el resto de elementos de la obra, incita a romper la barrera tiempo/espacio. Algunos detalles y accesorios, colores y textiles evocan la Primera y Segunda guerras mundiales. Niños polvo se presentará todos los domingos el 11 de agosto, a las 13 horas, en el teatro Varsovia, Varsovia 9, colonia Juárez. Es apto para niños a partir de los siete años.

con información de https://www.jornada.com.mx/

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