Millonarios mexicanos, el puente para transformar emprendedores en ‘unicornios’
Ya sea de forma directa o a través de fondos de inversión especializados, nacionales o provenientes de Silicon Valley, los empresarios mexicanos tienen la capacidad de crear unicornios, aseguró James Hamilton, presidente del fondo de cobertura Valiant Capital.
“Hay mucho dinero en México, pero este dinero está repartido en algunas pocas familias, lo que vemos es que estas comunidades son de niveles muy elevados y que ponen su dinero a trabajar a través de grupos de inversionistas, pero no existe un nivel intermedio que los acerque como industria a invertir en startups”, dijo Hamilton en entrevista con Expansión.
Un estudio de Oxfam, publicado en 2015, detalló que cuatro empresarios mexicanos –Carlos Slim Helú, Alberto Bailleres, Ricardo Salinas Pliego y Germán Larrea– concentran una riqueza equivalente a 9% del producto interno bruto (PIB) del país.
Hamilton sugirió que aunque en los últimos cinco años la mirada de aceleradoras y fondos de capital para emprendedores, de Silicon Valley y otros países como Francia, se ha posado en México, aún hace falta más capital y sentido de comunidad para hacer que estas nuevas empresas logren valuaciones millonarias.
“Los fondos de capital podrían hacer esto, porque para llegar a estas familias y comunidades, especialmente en México, es muy complicado para que los emprendedores lo hagan, hay que crear ese nivel para mover el dinero a ese nivel”, dijo el también fundador del unicornio de manejo de redes Wedge Corporation.
Actualmente en México y América Latina, la valuación promedio de una startup en etapa de capital semilla está entre 500,000 dólares y 1.5 millones de dólares, mientras que para las startups ya en serie A, el rango promedio es entre tres y seis millones de dólares, según datos compartidos por Santiago Zavala, socio fundador de la aceleradora 500 Startups México.
Zavala detalló que aunque las valuaciones en la región son aún conservadoras, son alentadoras y es cuestión de madurez del ecosistema en la región para que, tanto las cifras y la colaboración con otros actores del sector empresarial se dé.
“A pesar de que las valuaciones no son muy altas, lo que sí es que cualquiera de estas empresas que ya está levantando capital, no está en etapa de prototipo ni mucho menos, ya son productos y modelos funcionales. A lo mejor la participación en sus sectores es aún baja pero tienen crecimientos muy fuertes”, dijo Zavala a Expansión.
Baja natalidad de unicornios
Aunque Hamilton advierte que lograr que una empresa se convierta en unicornio en Silicon Valley es mucho más sencillo que lograrlo en otra región del mundo, dadas las fuertes comunidades de emprendedores y fondos de capital que se concentran en el valle del silicio, esta posibilidad no es impensable.
China, por ejemplo, es otra de las regiones en las que las startups han logrado valuaciones multimillonarias. Didi, la versión asiática de Uber, tiene un valor de mercado actual de 34,000 millones de dólares. Mientras en Europa, la sueca Spotify, cuenta con un valor de 8,500 millones de dólares.
Si bien es posible lograr crear una empresa de este tipo, sin el respaldo del valle, Hamilton detalló que de cara al futuro tal vez se verá una menor cantidad de “unicornios recién nacidos” dadas las turbulencias económicas en el mundo.
Datos de la consultora especializada en startups y medición de inversiones en Silicon Valley, CB Insights, muestran que durante el primer semestre de 2015 nacieron 122 unicornios mientras que en el mismo periodo de 2016, se han contabilizaron sólo 22 de estos nacimientos.
El adverso clima económico, sumado a las variaciones en el ánimo de los inversionistas debido a las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos, puede ser un factor psicológico en contra de nuevas inversiones; sin embargo, Hamilton no ve que exista una tendencia a la baja en la actividad en Silicon Valley tras los comicios, cualquiera que sea el candidato que llegue a la Casa Blanca.
“La capacidad que tiene un presidente en estados unidos de realmente impactar la economía no es tan factible es algo psicológico, pero creo que hay que tener diversidad en las inversiones”