La declaración quiere ser una “fuerte condena” a la “discriminación racial y los crímenes motivados por el odio, el racismo, la xenofobia y la intolerancia, incluyendo el discurso de superioridad racial”; los supuestos motivos que llevaron al presunto atacante a entrar a un centro comercial y disparar a discreción como “respuesta a la invasión hispana de Texas”, tal y como expuso en un manifiesto subido a Internet.
Más tarde, el autor del crimen, Patrick Crusius, diría a la policía que su objetivo era matar tantos “mexicanos” como fuera posible.
En la declaración, que se someterá a voto de los Estados miembros de la OEA este miércoles, se insta al “firme compromiso de sus Estados miembros para adoptar todas las medidas necesarias a fin de combatir todas las formas de discriminación, intolerancia y xenofobia; y prevenir, investigar, procesar y en su caso castigar los delitos perpetrados con esas motivaciones”.
En ese sentido, el gobierno mexicano está liderando acciones diplomáticas para que el caso sea un ejemplo de los crímenes de odio contra mexicanos y otras comunidades hispanas en Estados Unidos.
El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, expresó hace un par de semanas el interés del país en que el tiroteo de El Paso sea considerado un crimen de odio y un ataque terrorista contra mexicanos.
“Es muy importante perseverar, clarificar y exigir que no se repita esto. Lo primero es clasificarlo como lo que es, un acto de terrorismo para cegar las vidas de mexicanos”, dijo Ebrard, insistiendo en la necesidad que es “vital que quede asentado, no es algo simbólico, debe haber consecuencias proporcionales a la magnitud de esto, también para los ciudadanos estadounidenses”.
Las reuniones entre ambos gobiernos por este asunto siguen produciendo al máximo nivel, aseguró recientemente a un grupo de periodistas mexicanos una fuente de alto rango de la embajada mexicana en Washington. El principal interés, dijo, es que el ataque de El Paso se juzgue como un crimen de odio, “que se tipifique como tal”.
Las autoridades mexicanas están trabajando también para ver cómo manejar una posible compensación a las víctimas, que solo se produciría si se procesa bajo jurisdicción federal y no del estado de Texas.
Grupos de defensa de derechos civiles y seguimiento de grupos de odio han alertado recientemente del incremento de este tipo de ataques perpetrados por supremacistas blancos. Algunos alertan de que podrían estar inspirados por la retórica del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El documento, titulado “Declaración de condena al ataque terrorista perpetrado en la ciudad de El Paso, Texas, Estados Unidos de América”, el 3 de agosto de 2019, también expresa las “más sentidas condolencias” a todas las víctimas del tiroteo. En el orden del día del consejo permanente de la OEA programado para este miércoles también se debatirán asuntos sobre Nicaragua y Venezuela.
Con información de: https://www.eluniversal.com.mx/