Un portavoz manifestó pocos minutos después del episodio de convulsiones que la canciller se encuentra bien y que las conversaciones con el primer ministro finlandés continuaron tal y como estaban previstas. La propia Merkel aseguró en rueda de prensa: «La gente no tiene que preocuparse por mí», señaló, «estoy segura de que estoy en forma para el trabajo». Momento en que achacó los temblores a un proceso de recuperación que se inicio después del primer ataque.
Es la tercera vez en menos de un mes que Merkel sufre convulsiones visibles, lo que ha vuelto a plantear interrogantes sobre su estado de salud. Tras el último episodio, el pasado 27 de junio, la canciller continuó con su agenda, incluido un viaje a Japón para asistir a la cumbre del G20. El primero ocurrió el 18 del mismo mes de junio, durante la visita a Alemania del presidente ucranio, Volodímir Zelenski, a la Cancillería. En esta ocasión, la mandataria alemana también prosiguió con los actos oficiales previstos para aquel día.
“Cuando Angela Merkel tiembla, toda la Unión tiembla”, escribió el periodista Stephan-Andreas Casdorff en el diario Tagesspiegel, sobre quien ha sido un pilar de la política europea en la ultima década. La canciller, a la que no se le conoce ninguna enfermedad grave y que es aficionada al senderismo, cumplirá 65 años en una semana (el 17 de julio). Llegó al poder en 2005 y fue reelegida para un cuarto mandato en las elecciones generales del pasado 2017. Merkel anunció el pasado octubre que este será su último mandato.
Con información de: https://elpais.com