Ciudad de México, 06 de julio del 2024.-Tras el paso de Otis por Acapulco, las autoridades mexicanas han tomado con mayor seriedad la cultura de la prevención y muestra de ello son la Tormenta Alberto y el reciente huracán Beryl. La madrugada del 25 de octubre de 2023 (0:25 horas) los habitantes, turistas y autoridades del puerto de Acapulco fueron sorprendidos por el huracán Otis, el cual se esperaba que tocara tierra alrededor de las 06:00 mañana. Oficialmente murieron 50 personas y los daños ascendieron a 35,468 millones de pesos, aproximadamente 1,940 millones de dólares.
De manera extraoficial se habló de 350 decesos a causa del meteoro que se clasificó como el segundo huracán más devastador en la historia de México, así como de cuantiosos daños a la infraestructura que no contabilizaron ni el Gobierno federal ni el estatal. A pesar de la experiencia de México en materia de ciclones tropicales, Otis llegó no sólo a dejar un amargo sabor de boca, sino también a recordar que con la naturaleza nada puede darse por sentado. Otis desconcertó a los expertos, porque pasó de categoría 1 a categoría 5 en menos de 24 horas, lo que responde a un fenómeno meteorológico denominado «intensificación rápida» (RI, por sus siglas en inglés).
En esa ventana de tiempo, el huracán aumentó su velocidad en 185 km/h. Huracán Otis, ¿nunca más? Si bien Otis estaba siendo monitoreado, la población y las autoridades se confiaron y bajaron la guardia, toda vez que las medidas preventivas tardaron en aplicarse. No ocurrió lo mismo con Patricia en 2015, el más intenso jamás observado en el hemisferio occidental en términos de presión atmosférica, y el más fuerte a nivel global en términos de viento máximo sostenido. Algunas personas lo calificaron como categoría 6 por la velocidad de sus vientos. Sin embargo, las medidas implementadas redujeron considerablemente los daños a la infraestructura y se confirmó saldo blanco.
Tras el paso de Otis por Acapulco, las autoridades mexicanas han tomado con mayor seriedad la cultura de la prevención y muestra de ello son la tormenta Alberto y el reciente huracán Beryl, cuyos estragos han sido mínimos en comparación con otros fenómenos atmosféricos. Los huracanes más destructivos que han impactado a México El Centro Nacional de Huracanes de Miami en Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés), concentra el registro histórico de ciclones tropicales desde 1851 en el océano Atlántico y desde 1949 en el Pacífico.
Por consenso de la Organización Meteorológica Mundial, el Centro Nacional de Huracanes de Miami tiene la tarea de generar la información de la región IV, a la cual pertenece México. En México han impactado cinco huracanes de categoría 5 provenientes del océano Atlántico: Janet en 1955 Beulah en 1967 Anita en 1977 Gilbert en 1988 Dean en 2007 En el Pacífico han sido dos: Patricia en 2015 Otis en 2023 Todos estos sistemas han dejado severos daños y pérdidas económicas importantes al tocar tierra. No obstante, no todos ellos han sido los más dañinos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estos son los huracanes más destructivos en México: 1.- Huracán Wilma (2005) Fue uno de los más destructivos cuando tocó en varias ocasiones costas mexicanas. Dejó huella de sus efectos en la península de Yucatán. El ojo pasó por la isla de Cozumel para hacer contacto en Playa del Carmen, Campeche. Las pérdidas fueron cuantiosas y afectó el turismo, la agricultura y las actividades económicas en general. 2.- Huracán Otis (2023) Oficialmente murieron 50 personas y los daños ascendieron a 35,468 millones de pesos, aproximadamente 1,940 millones de dólares. 3.- Huracán Paulina (1997) Se presentó por el Pacífico.
Alcanzó la categoría 4 y tocó tierra en Puerto Escondido, Oaxaca, para después internarse y devastar el popular puerto de Acapulco, en Guerrero. 4.- Huracán Gilberto (1988) Llegó a tierra en la península de Yucatán con categoría 5; provocó inundaciones en la parte noreste del país. El ojo del huracán alcanzó 15 km. de diámetro y la zona de su influencia fue de 250 km., atacando a Cuba al mismo tiempo, siguió su camino en dirección al Golfo, donde afectó Campeche; desapareció en el estado de Nuevo León, pero provocó el desbordamiento del río Santa Catarina, que atraviesa Monterrey.
5.- Huracán Ismael (1995) Sus olas de hasta nueve metros destruyeron muchos botes pesqueros. En su camino, a través del noroeste del país, causó inundaciones y graves daños en Sinaloa y Sonora. 6.- Huracán Stan (2005) Se presentó desbordando el río Tapachula, en Chiapas. A su paso, en dirección a la Sierra Madre del Sur, afectó significativamente a Oaxaca. 7.- Huracán Erika (2003) Impactó de forma desastrosa el noreste de México. Fue necesario evacuar las 51 plataformas petroleras, lo cual ocasionó enormes pérdidas en la producción. Nuevo León y Tamaulipas fueron los principales centros donde este huracán dejó devastación. NOTA: Pese a la información proporcionada por el Gobierno de México, Erika fue clasificada por expertos como débil.
con información de https://www.eleconomista.com.mx/
