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Los hospitales hongkoneses se suman al movimiento y denuncian la violencia policial

  • Este miércoles, la normalidad volvió al aeropuerto de Hong Kong tras una segunda jornada de enfrentamientos entre manifestantes pro-democracia y policías. Una docena de hospitales mostraron ayer su apoyo al movimiento y denunciaron una represión policial cada vez más fuerte.

El personal del Hospital Queen Elisabeth organizó este martes una sentada en la entrada de su establecimiento. Decenas de médicos y enfermeros se juntaron con carteles rojos que leían, escrito en blanco, en cantonés e inglés: «Intento de la policía de matar a los ciudadanos hongkoneses».

Los trabajadores no pueden estar en huelga, entonces se organizaron de otra manera. «Trabajaba de noche, y después de mi turno vine aquí. Para algunos era su día libre. La policía dispara a la gente directamente en la cara, no podemos aceptarlo», afirma Wendy, una enfermera del hospital.

Wong Lok Yu es médico y se dice muy preocupado por esta violencia: «Como profesionales, nos sentimos muy concernidos por la salud de los hongkoneses. Ha habido un aumento de la violencia por parte de la policía, a veces es brutalidad pura. Cada vez hay más heridos, cada vez más graves«.

Esta brutalidad de la que habla el médico ha aumentado desde el comienzo de las manifestaciones. Culminó el 11 de agosto con una lesión en el ojo de una joven que, según se informa, recibió proyectiles lanzados por policías.

De hecho, el personal de los hospitales tiene que lidiar con heridas cada vez más graves, en manifestantes pero también en transeúntes comunes: «Muchos manifestantes, o simplemente transeúntes, sufren traumas cerebrales, fracturas de huesos. En muchos casos, los policías no disparan el gas lacrimógeno hacia arriba, y golpean directamente a la gente, a veces en la cabeza. Debido al gas, la gente tose, tiene diarrea, problemas de piel, en algunos casos tiene asma, tose sangre…», denuncia Wong Lok Yu.

El médico de urgencias también lamenta que, desde mediados de junio, cada vez menos personas heridas durante las manifestaciones acudan al hospital por temor a ser detenidas por la policía: «El 12 de junio, los que vinieron después de ser heridos por la policía fueron detenidos, y algunos fueron acusados de motín. Desde entonces, ya no se atreven a venir al hospital público, y es desgarrador».

Chuck Ling, enfermero, sale a manifestar en las calles. Para él, los policías deben ser profesionales y hacer su trabajo correctamente: «La policía no está haciendo su deber: proteger a la gente. Sé que hay manifestantes violentos y que la situación puede estar fuera de control, pero la policía siempre debe respetar los derechos humanos. El problema es que el gobierno no trata de encontrar una solución. Sólo usa a la policía para oprimirnos, oprimir a todos los que están en su contra».

Según las redes de información de los manifestantes, 12 hospitales públicos participaron en este movimiento de protesta. Y para Wong Lok Yu, una sola persona puede hacer que cese la violencia: Carrie Lam, la jefa del Ejecutivo, quien volvió este mismo martes a validar las acciones de la policía.

Con información de: http://www.rfi.fr/es/

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