Lleva Necaxa ritmo de salvación… ¿y campeonato?
Ciudad de México, 17 de octubre de 2016.- Por años, solo fue el hermano “pequeño” del América. Durante otros, apenas un equipo del Ascenso. Pero después de tantas penurias, la claridad le asoma al Necaxa, que sin pensar aún en las glorias de los 90 al menos aspira con paso firme a conseguir una anticipada salvación.
Aunque su cociente sigue siendo volátil, hoy los Rayos están en un inesperado séptimo puesto en la tabla del descenso, incluso por arriba de Xolos, líder este torneo, o un grande como la Máquina.
Necaxa lleva 19 puntos en el Apertura 2016 y su inercia es para terminar con 25 este torneo (redondeados porque la cifra exacta sería 24.8). Con ello alcanzaría 49 al final del siguiente torneo, un número que basta y sobra.
El último ascendido en salvarse al año de subir fue el Veracruz (originalmente La Piedad), que acumuló 36 y mantuvo la categoría. Esa cifra parece la frontera entre el bien y el mal, ya que a la U. de G. no le alcanzó con 35 el año pasado, como mucho menos a Dorados a mediados del 2016 con solo 29.
A diferencia de estos últimos, el Necaxa va en la línea de emular lo realizado por Xolos y León, equipos que ascendieron y no solo permanecieron sino que se establecieron como protagonistas del Máximo Circuito.
Los de Tijuana hicieron 46 puntos en la Temporada 2011-2012 para ser campeones seis meses después, y los Esmeraldas 49 al finalizar la del 2013 para conseguir el primero de dos títulos consecutivos también medio año más tarde de garantizar la permanencia.
Este sábado, los Rayos confirmaron el gran paso al vencer como visitantes nada menos que a Tigres. Además, Edson Puch se consolida como el fichaje del semestre y su afición cada vez agradece más con un promedio de ocupación en su estadio del 78 por ciento.
El dueño del equipo, Ernesto Tinajero, tiene como plazo alcanzar un título en tres años. “Tenemos un equipo competitivo, lo formamos bien en la columna vertebral”, aseguró a la revista Expansión el mes pasado.
Y suena a revancha porque no cuajó del todo el Veracruz de su primera experiencia como directivo, con Guillermo Cantú como socio.
En sincronía con ello, el entrenador Alfonso Sosa también busca cobrar cuentas pendientes al ser el último entrenador en descender (el año pasado con Leones Negros) pero hoy con sobradas expectativas de salvación y paso firme para buscar pronto algo más.
Con información de: http://www.mediotiempo.com/