«Le dije que gracias a Dios estaba viva, que aún no le tocaba morir»
30 ene 2015
- La madre de un niño nacido un día antes de la explosión y una enfermera cuentan lo que vivieron en el hospital de maternidad en Cuajimalpa
CIUDAD DE MÉXICO (CNNMéxico) — Edith Castellanos percibió el olor a gas y el techo comenzó a caerse, así que cubrió a su bebé recién nacido y salió corriendo descalza del hospital de maternidad, en Cuajimalpa.
Su esposo, José Eduardo (22 años), se enteró por “las noticias” de que la mañana de este jueves había ocurrido una explosión en el hospital donde nació su hijo, apenas un día antes.
«Me fui a descansar ayer (miércoles) después de que había nacido mi bebé y en la mañana había escuchado que explotó una bomba ahí”, dijo al referirse a la explosión de una pipa de gas, que provocó la muerte de al menos un par de personas, y dejó decenas de lesionados.
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«Mi primera reacción fue salir corriendo e ir al hospital a verla”, relató.
Cuando él llegó al lugar de la explosión, Protección Civil y bomberos le proporcionaron la lista de pacientes.
Después se enteró de que tanto su esposa de 20 años como su hijo recién nacido estaban bien, aunque seguían haciéndoles estudios en el hospital, porque inhalaron mucho gas.
Ella le dijo lo que vivió:
“Me dijo que empezó a oler a gas y que se les empezó a caer a todos el techo. Ella cubrió al bebé y se paró corriendo”, relató. “Se acercó un policía y le dijo a ella que él agarraba al bebé, que se saliera”.
Su esposa salió descalza del hospital. Varias personas salieron incluso desnudas, según dijo.
Había sobrevivido a la explosión.
«Gracias a Dios estaba viva»
Ivonne Lugo Dorantes, supervisora de enfermeras (de 43 años), tiene quemaduras de primer grado, pero está estable.
Al momento de la explosión se encontraba en la sala de neonatos del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, donde lleva 21 años trabajando.
Su esposo, Mario Ángeles Sánchez, dice que ella lo llamó a eso de las 7:15 horas, desde su celular.
“Hablé con ella cuando pasó el accidente y se escuchaba a gente gritando ¡auxilio, auxilio!”, dijo.
Ivonne le contó “que había mucho calor, y que le preocupaban los niños y una compañera que estaba al lado de ella con el cráneo abierto, sangrando, y que no sentía el cuerpo”.
La compañera a la que se refirió es Juanita Castañeda. No sabía si era de una las personas que falleció, o si había sobrevivido.
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La hija de Ivonne, de 16 años, viajó con ella desde el sitio de la explosión hacia el hospital donde se encuentra recibiendo tratamiento.
En la ambulancia, Ivonne continuó con su relato sobre lo ocurrido:
“Ella me explica que ellos estaban trabajando normal, y vieron que había una fuga de gas, entonces estaban planeando cómo sacar a los bebés de la sala de neonatos, pero fue tan rápido que sintieron cómo se les caía el techo encima.
También me dijo que los empezaron a sacar poco a poco, pero que habían quedado adentro 20 pacientes con bebés y ocho niños.
«La abracé muy fuerte y le dije que gracias a Dios estaba viva, que aún no le tocaba morir. Mi mamá se puso a llorar, estaba destrozada».
A Ivonne la dieron de alta, después de sufrir un hematoma con laceración, de acuerdo con el reporte médico.
«Fue una pesadilla»
Ivonne dijo haber permanecido alrededor de 10 minutos bajo los escombros, hasta que llegaron policías y bomberos, que la sacaron a ella junto con otros pacientes en camillas.
«Me revisaron en la ambulancia y de ahí me pasaron para acá (Hospital Enrique Cabrera)».
Explicó que durante el incendio por la explosión, ella y otros trabajadores intentaron sacar a los ocho bebés de la zona del cunero en el que se encontraba, pero «no les dio tiempo».
«Me siento agradecida ante la vida, de tener otra oportunidad de seguir viviendo para seguir trabajando como enfermera”, agregó.
“Todavía estoy un poco en shock, como que fue una pesadilla pero doy gracias por salir viva de ahí”, dijo.