¿Las lagartijas son tan silenciosas como parecen?
13 de marzo 2016.- En mi hogar de Florida no puedes abrir la puerta sin que un geco u otra lagartija se eche a correr. Por supuesto, nunca se han quejado.
Aunque quizás no he estado escuchando.
Nuestra lectora Elizabeth St. John nos preguntó “¿Las lagartijas hacen algún sonido?”. Así que consulté con un par de expertos sobre las locuciones de las lagartijas y descubrí que no son actores silenciosos del mundo animal.
Gecos guturales
“Aunque es verdad que la mayoría de las lagartijas son mudas, muchas emiten varios tipos de sonidos”, explica en un correo Robert Espinoza, biólogo de la Universidad Estatal de California.
Los gecos son los más parlanchines y unos producen “una variedad de gorjeos, chasquidos y chillidos, algunos inaudibles para los humanos”, dice Espinoza.
“El gorjeo de los gecos, a veces llamado ‘ladrido’, puede ser una demonstración territorial o de cortejo”, para ahuyentar a otros machos o atraer a las hembras, dice en otro correo Peter Zani, biólogo de la Universidad de Wisconsin–Stevens Point.
Zani agrega que algunos alborotadores dignos de nota incluyen a los gecos caseros del Mediterráneo (Hemidactylus turcicus), que chillan cuando pelean y emiten chasquidos seductores para atraer a las hembras. Presente en la península de Yucatán, así como en Centro y Sudamérica, el geco cola de nabo produce chasquidos territoriales que presumiblemente imitan insectos. Y la especie más grande (36 centímetros de largo), el geco gigante de Nueva Caledonia (Rhacodactylus leachianus), emite un rugido que le ha granjeado el nombre local de “demonio de los árboles”.
Es más, el sonido de un geco está englobado en su nombre: natural de Asia, el macho del geco tokay emite un reclamo de apareamiento fuerte y persistente, “¡tokay-tokay!”.
Idioma de lagartija
Tal vez no sean tan parlanchinas como los gecos, pero otras lagartijas también se comunican de manera audible.
Uno de los sonidos del repertorio de los reptiles es el siseo, que normalmente es una demostración defensiva que utilizan para ahuyentar a depredadores potenciales, explica Zani.
Los animales producen ese sonido “expulsando aire de los pulmones a través de la glotis”, informa Espinoza. Es una advertencia que “suele acompañarse de una abertura exagerada de la boca, para anunciar al posible depredador que la lagartija acompañará la señal audible con una dolorosa mordida”.
Sin duda tal es el caso del monstruo de Gila (Heloderma suspectum), nativo del suroeste estadounidense y de las zonas desérticas del norte de México, que inyecta una neurotoxina en las heridas de mordedura mediante unos surcos en sus dientes.
Otros reptiles que sisean incluyen al escinco de lengua azul australiano (Tiliqua scincoides) y la goanna, un lagarto monitor australiano que infla repliegues de piel alrededor del cuello para emitir su sonido de advertencia.
Las lagartijas más grandes son las que suelen sisear, explica Espinoza, muy probablemente “porque semejante amenaza de un animal más pequeño no sería, pues, amenazadora.”
Las lagartijas vocalizadoras están “dispersas por todo el árbol genealógico de los reptiles”, apunta, “lo que indica que esta habilidad evolucionó de manera independiente en muchos linajes, tal vez por razones parecidas”.
El pariente vivo más cercano de las lagartijas, el tuatara de Nueva Zelanda, también es ruidoso. Cuando los atacan, los tuataras producen un sonido semejante al croar y se sabe que “emiten vocalizaciones más suaves durante el cortejo”, dice Espinoza.
¿En cuanto a los gecos que asusto accidentalmente? Espinoza dice que pueden ser los responsables de los gorjeos que escucho de noche, en primavera y verano.
Lástima, chiquitines, ahora ya puedo escucharlos.
Con información de: NATIONAL GEOGRAPHIC
Autor: Liz Langley