La SSH invita a identificar y tratar los problemas de sordera
Pachuca, Hgo., a 25 de julio de 2016
Como parte de la prevención y atención médica especializada, por instrucciones de la titular de la Secretaría de Salud en Hidalgo (SSH), Geraldina García, a través del Hospital General Pachuca, Campus Arista, se fortalece la atención que se brinda a personas con alguna debilidad auditiva o sordera.
Esta unidad médica, que cuenta con áreas de audiología y terapia del lenguaje, donde mediante estudios de audiometrías, timpanometrías, emisiones acústicas y estudios de potenciales auditivos, ofrece tratamiento a pacientes de todas las edades.
Los grupos más expuestos a sufrir este tipo de padecimientos son los recién nacidos y los adultos mayores, principalmente quienes presentan enfermedades crónico degenerativas.
Por ello, la SSH exhorta a las mujeres embarazadas a mantener un adecuado control prenatal, a fin de prevenir la hipoacusia o sordera en el recién nacido. Problemas que se detectan actualmente de manera oportuna mediante el programa de Tamiz Auditivo Neonatal.
Entre los principales riesgos para las personas que no detectan a tiempo esta enfermedad, además de agravar la pérdida auditiva, está el sufrir problemas del lenguaje, déficit de aprendizaje y problemas de autoestima por aislamiento social.
La SSH recomienda seguir las medidas preventivas que permiten disminuir la posibilidad de padecer sordera tales como:
- Realizar el Tamiz Auditivo Neonatal en los recién nacidos para identificar oportunamente algún daño al sistema auditivo.
- Disminuir la exposición al ruido durante eventos sociales.
- Evitar el uso por largos periodos de tiempo de audífonos.
- Utilizar protectores auditivos en caso de ser necesario.
Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reflejan que más del 5% de la población en el mundo (360 millones de personas), padece pérdida de audición discapacitante (328 millones de adultos y 32 millones de niños). Una tercera parte de las personas mayores de 65 años sufre este tipo de sordera.
Las causas de pérdida de audición y sordera se pueden dividir en congénitas y adquiridas. Las causas congénitas pueden determinar la pérdida de audición en el momento del nacimiento o poco después.
La pérdida de audición puede obedecer a factores hereditarios y no hereditarios, o a complicaciones durante el embarazo y el parto: rubéola materna, sífilis u otras infecciones durante el embarazo; bajo peso al nacer; ictericia grave durante el período neonatal, que puede lesionar el nervio auditivo del recién nacido, entre otras.
Mientras que las causas adquiridas, pueden provocar la pérdida de audición a cualquier edad debido a algunas enfermedades infecciosas, por ejemplo, la meningitis, sarampión y parotiditis (paperas); la infección crónica del oído y la otitis media.
Se suman a los riegos de sordera los traumatismos craneoencefálicos o de los oídos; la exposición al ruido excesivo durante actividades recreativas como discotecas, conciertos y acontecimientos deportivos, o por el uso excesivo de audífonos.
También, la pérdida de audición se da por la degeneración natural de las células sensoriales durante el envejecimiento o por la obstrucción del conducto auditivo producida por cerumen o cuerpos extraños.
Finalmente, la SSH invita a la población que presente disminución de la audición, acudir a su unidad médica más cercana para, en caso de ser necesario, ser canalizados al área especializada de esta dependencia para recibir una evaluación completa.