La sobrepesca de depredadores ha favorecido la proliferación incontrolada de los erizos de mar, con el consiguiente impacto sobre las praderas marinas del Mediterráneo. Son las conclusiones de un estudio internacional conducido por investigadores delConsejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicado por la revista Biological Conservation.
Los erizos del Mediterráneo, además de ser muy apreciados en la gastronomía, se nutren, como buenos herbívoros, en las praderas submarinas. La sobrepesca de doradas y sargos, entre otros depredadores, les ha permitido multiplicarse incontroladamente. Una proliferación que se ha convertido en una amenaza para las praderas submarinas, hábitat esencial para la fauna del Mediterráneo.
Entrevistados: Jordi Boada, investigador del Centro de Estudios Avanzados de Blanes, y Teresa Alcoverro, investigadora titular de la misma entidad del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.
Con información de: RFI
