Colaboraciones

La palabra “química” sufre contratiempos

 

 

Mientras que la física y la biología cada día son más admiradas por sus logros, la química, el tercer pilar de las ciencias básicas, tiene del público una opinión cada vez peor. Se la considera la causa de la contaminación industrial, sin mencionar claro que el adjetivo “sintético” aplicado a algún material ha adquirido una connotación negativa, toda vez que por no ser “natural” la publicidad lo ha condenado. En consecuencia, la palabra “químico” acarrea un sentido peyorativo y a las sustancias que son corrosivas se las toma como causantes de cáncer o perjudiciales para la salud. Si bien esos juicios podrían tener cierta base de verdad, esta apreciación negativa se debe en particular a la ignorancia y a una deficiente enseñanza de esa asignatura desde la escuela secundaria. Cabe recordar que la química ha aportado las herramientas y los conceptos para buscar las respuestas que las ciencias de la vida y la tierra se habían planteado con anterioridad. Su mayor fortaleza radica en que se trata de una ciencia con capacidades creativas únicas, dado que es capaz de producir nuevas sustancias que nunca habían existido. Un entendimiento pleno de los procesos biológicos sólo se puede dar a través de la química y es ella la que permite conocer y predecir la relación entre la estructura molecular de una sustancia y su función. Sin duda, la ciencia de la materia y sus transformaciones merece ser reivindicada.

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