MADRID, 27 Noviembre, 2019. (EUROPA PRESS) –
Unos 270 millones de personas residen en un país distinto al que le vio nacer, según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) que mantiene a Estados Unidos como el principal destino a nivel internacional, con unos 51 millones de migrantes.
Pese a una subida de una décima porcentual con respecto a los datos publicados hace dos años, la OIM ha recalcado que la cifra mundial de migrantes sigue representando «un porcentaje muy pequeño de la población mundial, apenas el 3,5 por ciento» del total de habitantes.
La organización calcula que el 52 por ciento de estos migrantes son hombres y que cerca de dos tercios salen de su país con el principal objetivo de buscar empleo. En cuanto a su procedencia, India repite como el principal país emisor, con 17,5 millones, seguido de México (11,8 millones) y China (10,7 millones).
Según la agencia de la ONU, más de la mitad de los migrantes internacionales, en concreto 141 millones, viven en Europa y América del Norte. Los países de rentas altas son los que han experimentado un mayor aumento en la cifra de migrantes, al pasar de 17,5 a 30,5 millones.
DESPLAZAMIENTOS POR CONFLICTOS Y DESASTRES
Los conflictos y la violencia se erigen entre los principales factores movilizadores de población, como ha quedado de manifiesto en los casos de República Centroafricana, República Democrática del Congo, Birmania, Sudán del Sur, Siria y Yemen. La OIM asegura que unos 41,3 millones de personas habían abandonado sus hogares a finales de 2018 por estas causas para moverse a otras zonas dentro del mismo país.
Siria, con 6,1 millones, es el país del mundo con un mayor número de desplazados internos, seguido de Colombia (5,8 millones) y República Democrática del Congo (3,1 millones). El conflicto sirio también sitúa a este país como el principal origen de refugiados, en virtud de una cifra que supera los seis millones y que supera ampliamente los 2,5 millones correspondientes a Afganistán.
La OIM también ha aprovechado el informe para poner el foco en los desastres climatológicos como detonante de migraciones y ha puesto como ejemplo el caso del tifón ‘Mangkhut’ en Filipinas, que a finales del año pasado generó unos 3,8 millones de desplazados.
