La nueva Constitución cubana abre la puerta al matrimonio igualitario
- En Cuba entra en vigor este miércoles 10 de abril una nueva Constitución, que mantiene el dominio del Partido Comunista pero da un nuevo reconocimiento a la propiedad privada. El nuevo texto abre el camino al matrimonio entre personas de mismo género lo que causó una fuerte movilización de los sectores religiosos cubanos, hecho inédito en la isla.
Un reportaje de Raphael Morán, desde Cuba.
“Estoy a favor del diseño original, matrimonio hombre mujer” proclama una pancarta de más de dos metros colocada en un templo evangélico del barrio del Vedado de La Habana. Se ha vuelto común en Cuba ver en las entradas de los templos evangélicos propaganda en contra del matrimonio homosexual desde que se debatió la Constitución que entra en vigor.
En la nueva Carta Magna, aprobada por una mayoría aplastante en un referendo, desaparece la mención explícita de que el matrimonio está formado por una mujer y un hombre. El pastor metodista Armando Cruz, que nos recibe en su templo en la periferia de La Habana, explica que “la preocupación nuestra en primer lugar no tiene una aspiración política, es decir que más bien tiene que ver con nuestra proyección bíblico-pastoral”.
“Nuestra sociedad, tradicionalmente, incluso los padres de la nación cubana, los libertadores como José Martí, siempre mantuvieron una postura tradicional con respecto a la concepción bíblica del matrimonio”, prosigue.
Armando Cruz afirma que a pesar de sus convicciones no llamó a votar NO a la Constitución, pero recogió firmas para que no se incluyera el artículo 68 sobre el matrimonio: “Yo voté por el NO, y más de 700.000 personas votaron por el NO, y más de un millón de cubanos no aprobó el nuevo proyecto”.
La presión de los sectores conservadores tuvo un efecto concreto: en el proyecto inicial de la nueva Constitución se preveía que el matrimonio era una unión entre dos personas, sin precisar el género, y ante el revuelo que causó esta modificación, las autoridades finalmente optaron por una fórmula más imprecisa que no reconoce el matrimonio gay, pero no lo impide.
Aun así, el periodista, bloguero y activista LGBT Francisco Rodríguez Cruz estima que se ha ganado una batalla: “La Constitución, entre sus grandes aspectos relevantes, elimina la visión sesgada que teníamos del matrimonio como una unión entre un hombre y una mujer. Ése era quizás el principal obstáculo legal que teníamos, las personas LGBT, para poder aspirar a que existieran leyes que de alguna manera facilitaran el reconocimiento jurídico de la familia homoparental”.
“La Constitución tiene un artículo genial que plantea la no discriminación por orientación sexual e identidad de género. Por lo tanto, si en la discusión de la ley del código de familia se discriminara de alguna manera a las parejas homosexuales, sería anticonstitucional”, enfatiza el activista.
Este inédito y virulento debate político en Cuba pone de manifiesto la voluntad de ciertos sectores de avanzar hacia el reconocimiento de los derechos de la población LGBT en la isla. Pero aún queda mucho por hacer, según Adonis Milan, director del grupo de teatro Perséfone Teatro, y opositor al gobierno cubano: “El gobierno cubano, o sea la dictadura cubana, se apoderó de esta cobertura para hacer creer a la comunidad internacional que se estaba debatiendo la Constitución, cuando realmente el centro de esta Constitución, o sea el artículo más pesado, nunca se va a debatir y nunca estuvo en discusión, que es la perpetuidad del Partido Comunista de Cuba”.
Para Milan, “nadie tiene que debatir sobre el matrimonio igualitario, me parece que es una locura porque yo no debato sobre el matrimonio de nadie”. Sobre la situación de las personas LGBT en la isla, explica que “si te mantienes en una clase alta y tienes un buen trabajo, es menos probable que la sociedad sea discriminatoria contigo, pero si pones un foco sobre los lugares LGBTI en Cuba, te das cuenta de que han sido reprimidos y acosados por la policía”.
La próxima etapa de este debate tendrá lugar en el parlamento cubano que tiene ahora un plazo de dos años para legislar sobre el matrimonio y someter la nueva ley a referéndum.
Con información de: http://es.rfi.fr/