La Corte vs Trump: el poder del contrapeso judicial | Por: L. D. Luis Galdós Sánchez.
La semana pasada, la Corte Suprema de los Estados Unidos resolvió dos asuntos que generaron la molestia del presidente Donald Trump, poniendo en jaque su aspiración a contar con una Corte de tipo conservadora o “a modo”. La primera de ellas, se dio el lunes cuando esta decidió en el caso Bostock vs Clayton County, que la Civil Rights Law o Ley de Derechos Civiles de 1964 protege a los trabajadores gay y transgénero de actos de discriminación debido a su orientación sexual o identidad de género, en una decisión que tuvo una mayoría de 6 votos contra 3, siendo una de las más importantes de los últimos años respecto a los derechos de la comunidad LGBT en los Estados Unidos.
Sin embargo, el golpe más duro a la administración de Donald Trump, fue la que se llevó a cabo el día jueves, donde la Corte Suprema decidió, en una mayoría de 5 votos contra 4, que el programa DACA (Deferred Action for Childhood Arrivals) o Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, no podía ser eliminado inmediatamente por la administración del presidente Trump. Esta resolución significó, de momento, dar certeza a más de 700,000 beneficiarios de este programa creado a través de una orden ejecutiva durante la administración de Barack Obama. ¿Qué beneficios trae consigo? El programa está dirigido a la protección de aquellas personas que llegaron a Estados Unidos como ilegales siendo niños, donde se les otorga un permiso para trabajar o evitar ser deportados por las autoridades migratorias.
La decisión de eliminar este programa por parte del presidente Trump fue anunciado desde su campaña presidencial, la cual, ha sido vista de forma agresiva por los juristas de Estados Unidos, ya que busca realizar deportaciones masivas de migrantes, siguiendo la idea de “volver a hacer grande a América”. Una prueba de esto fue la orden ejecutiva emitida por el gobierno de Trump al inicio de su mandato, donde se impidió el acceso a personas de origen musulmán a Estados Unidos “por razones de seguridad”, aún y cuando muchos de ellos contaban con residencias permanentes. Gracias a decisiones de cortes de distrito, en ese momento muchos pudieron establecer que la orden ejecutiva que se había emitido violaba la Constitución, garantizando el acceso para aquel grupo de personas.
Actualmente, la decisión de la Corte ha dado la oportunidad a los dreamers de poder tener un poco de mayor certeza respecto a su situación migratoria, sin embargo, esta resolución no resuelve el problema. En los Estados Unidos, la máxima autoridad en materia migratoria sigue siendo el Congreso, quienes no han podido emitir una legislación o procedimiento claro respecto a la situación migratoria de aquel país, sobre todo por ser un tema controversial. Si bien existe una Ley de Migración y Nacionalidad Estadounidense, también lo es que, al hablar de autoridad, existen múltiples órganos de gobierno que se encargan de regular esta materia.
Las dos grandes ramas se dividen entre el Departamento de Seguridad Nacional (Homeland Security) y el Departamento de Estado, las cuáles regulan el actuar de las oficinas de migración y los consulados americanos. Ahora bien, los dos procesos mediante los cuales se puede obtener el ingreso o estadía en Estados Unidos son llamados admisión y ajuste, el primero, es el que se realiza ante los consulados para poder obtener algún tipo de visa. El segundo, hace referencia a aquellas personas que están dentro de Estados Unidos y desean regularizar su situación migratoria, siendo los más comunes la residencia y la nacionalidad. En este sentido, la decisión que emitió la Corte el jueves da un poco más de esperanza a los dreamers para poder obtener un ajuste en su situación migratoria, sin embargo, la discrecionalidad con la que actúan las autoridades en el tema es bastante amplia.
Pero, ¿por qué hacer referencia a que la Corte está en contra del presidente? La Corte Suprema de los Estados Unidos está conformada por nueve justices o jueces, los cuales son propuestos por el presidente y designados por el Senado. Estos jueces tienen cargo vitalicio, lo que implica que, sus decisiones pueden tener una fuerte influencia conservadora o liberal. Las dos resoluciones de la semana pasada son de evidente corte liberal, tanto, que el presidente Trump manifestó vía Twitter, que “estas horribles y políticas decisiones que provienen de la Corte Suprema, son un balazo en el rostro de los americanos que orgullosamente se dicen republicanos o conservadores”. No es extraña la postura actual del presidente, existen varios ejemplos que hacen notar su carácter conservador y autoritario, como en el caso de la separación de los niños migrantes de sus padres o la nula agenda de protección de derechos de la comunidad LGBT por parte del poder ejecutivo.
Lo que, si resulta extraño y sorpresivo, es la mayoría liberal con la que se resolvió por parte de la Corte. Durante la administración de Trump, llegaron a esta los juristas Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh, ambos abiertamente conservadores en sus posturas. Al ser una Corte compuesta por nueve miembros, con estas designaciones se preveía que hubiera mayoría conservadora en cada resolución, dando a entender que, cualquier decisión o acto emitido por el ejecutivo federal, aún y cuando llegara a la Corte, iba a ser avalado por esas posturas conservadoras. Sin embargo, estas resoluciones son un reflejo del contrapeso que puede ejercer una suprema corte, al ser la intérprete de la Constitución.
El contar con un sistema de contrapesos garantiza el debido actuar de las tres ramas de gobierno, donde existen decisiones que pueden regular o frenar las arbitrariedades de alguno de los otros dos poderes. En el caso de las cortes supremas, sus decisiones se consideran mayormente razonables desde el punto de vista jurídico, debido al análisis que deben llevar a cabo quienes se encargan de resolver dichos asuntos. Es claro que, al momento de designar a los miembros de las cortes, podría estarse ante intereses partidistas o políticos, debido a la falta de escrutinio público para su elección. Sin embargo, se debe considerar que quienes ocupan un lugar en los máximos tribunales de cada país, deben ser personas que tengan una preparación distinta a la que pudieran exigir el resto de los cargos de elección popular, sobre todo, si se considera que estos son intérpretes de la Constitución, llevando a cabo un proceso de selección de juristas especializados en el tema.
Habrá que observar de cerca las resoluciones que emiten todos los días los tribunales constitucionales de cada país. Mientras tanto, se puede decir que la Corte de Estados Unidos dio un “revés” al presidente Trump, sobre todo, tomando en consideración las próximas elecciones donde busca su reelección, dejando una interrogante sobre si el presidente logrará quedarse en la Casa Blanca cuatro años más.