La CNDH un contrapeso necesario en la democracia: CSH
Ixmiquilpan, Hgo., a 19 de julio de 2019.- Para lograr un equilibrio en el sistema democrático mexicano son necesarios los contrapesos, y la división de poderes, es gracias a estos elementos que nuestro país ha transitado hacia la alternancia en los 3 niveles de gobierno, proceso que ha edificado una nación diversa y plural, donde las ideologías participan bajo un mutuo respeto y tolerancia.
Basados en el principio del respeto al derecho ajeno, externamos nuestro apoyo al pronunciamiento FIO No 3/2019, del Consejo Rector de la Federación Iberoamericana de Ombudsman (FIO), quienes refrendaron el respaldo a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), tras las descalificaciones que ha recibido por parte del Gobierno mexicano.
La participación es un activo social, que contempla proponer soluciones alternas y realizar criticas constructivas con el fin de mejorar cada aspecto de la política pública, sin importar el credo, la ideología, o el género, todas y todos tenemos el derecho a opinar y ser escuchados.
En las comunidades indígenas existen las asambleas comunitarias donde se dialoga y discute, mediante la exposición y confrontación de razonamientos y argumentaciones contrarios entre sí, con el propósito de encontrar las soluciones a los problema, este proceso dialéctico, es muestra de la maduración política y respeto absoluto a los pilares de la democracia.
Por ello no consideramos la discrepancia un crimen, la cual deba ser castigada, o expuesta para ser lapidada en las redes sociales, como enemigo público del gobierno en turno.
Nuestra democracia ha transitado a través de la historia en modelos económicos divergentes, partidos encontrados, sistemas de gobierno de derecha, izquierda o centro, sin embargo esta narrativa ha contribuido en el continuo perfeccionamiento de nuestra joven democracia.
Afirmamos que crear encono, división y polarización entre la sociedad por no coincidir, representa un riesgo de regresar a terrenos políticos que no convienen para nada al país.
La desigualdad, pobreza, marginación, el desencanto colectivo, y el descredito del sistema de partidos, no se resuelven violentando la libertad de expresión, ni con discursos que abren el debate nocivo entre buenos y malos, amigos y enemigos del régimen, o chairos y fifís, sino por el contrario, dejan un campo fértil para el populismo, la demagogia y el mesianismo.
Por esta razón exigimos al gobierno federal, mayor responsabilidad en sus declaraciones y acciones, privilegiando el diálogo y tolerando las discrepancias y mejor dar resultados en materia de seguridad, empleo digno y bien remunerado, en salud, así como en otros temas prioritarios. Respeto a la CNDH, que es una institución creada por los mexicanos, no por un gobierno en turno.