Juez ordena liberar a los niños inmigrantes retenidos en EU
(Notimex) — Una juez federal ordenó al gobierno de Estados Unidos liberar a cientos de niños inmigrantes que están en los centros de detención familiar, retenidos junto a sus madres.
En un fallo emitido la noche del viernes, la jueza Dolly Gee, de la Corte Federal para el Distrito Central de California, dispuso que los niños no deben ser retenidos por más de 72 horas, a menos que exista riesgo significativo de fuga, o peligro para sí mismos y los demás.
La magistrada federal fijó de plazo hasta el 23 de octubre próximo para que los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) cumplan con su orden, aunque el gobierno federal puede apelar la decisión.
La decisión de la jueza se centra en el acuerdo legal establecido en 1997, conocido como el acuerdo de Flores, que establece los requisitos legales para la vivienda o albergue de los niños que solicitan asilo o que se encuentran en forma ilegal en Estados Unidos.
En julio pasado, Gee determinó que el gobierno federal había violado ese acuerdo y repitió sus conclusiones en el dictamen de este viernes.
Abogados del DHS advirtieron en julio pasado que la decisión inicial de Gee desencadenaría otro aumento de la inmigración ilegal a través de la frontera entre Estados Unidos y México.
Gee negó la petición del gobierno federal de reconsiderar sus conclusiones.
En el dictamen de 15 páginas, la jueza reprendió a funcionarios federales por reiterar los mismos argumentos que había planteado en informes anteriores y que ella ya había rechazado.
Una eventual apelación del DHS podría retrasar la liberación de cientos de familias inmigrantes, hasta que el asunto agote las distintas instancias judiciales, que pueden llegar a la Corte Federal de Apelaciones del Noveno Circuito e incluso la Suprema Corte.
Datos del DHS indican que en la actualidad unos 1,400 niños y madres inmigrantes se encuentran recluidos en tres centros de detención, dos de ellos en Texas y uno en Pensilvania.
La detención de las familias de inmigrantes se dio en respuesta a la oleada migratoria registrada durante el verano de 2014, en la que miles de niños solos o acompañados por sus padres, cruzaron la frontera desde México, provenientes de Centroamérica.
Durante el año fiscal 2014, más de 68,000 menores, la gran mayoría de ellos centroamericanos, fueron detenidos por agentes de la Patrulla Fronteriza, cuando trataban de ingresar de manera ilegal a territorio estadunidense.