José Luis Lima Morales | Muy justo y necesario.
Desde hace muchos años la sociedad exigía que las mujeres tuviesen la oportunidad de participar de manera activa en todas las decisiones que se dieran en el mundo ya que los prejuicios, los temores, y la misoginia las tenían en desventaja y se les suprimía de cualquier acción, por esto es que en 1952 más de 20 mil mujeres se congregaron en la ciudad de México para exigir su derecho al voto pidiéndole al Presidente de ese entonces Adolfo Ruíz Cortines su respaldo hacia ellas.
El voto de la mujer se otorgó de manera oficial el 17 de octubre de 1953, logrando con esto que en nuestro país el sufragio de la mujer por primera ocasión en las elecciones para diputados federales, después de que se emitio el decreto en el año de 1955.
No hay duda que la mujer es fundamental en la familia, en los gobiernos y por lógica en el desarrollo político y cultural de nuestra sociedad, en el mundo hay 3712 millones de mujeres y en nuestro país habitaban en el año de 2017 un porcentaje del 50.21 %, es decir 64,851.331, de un gran total de ciudadanos de 133,250,280.
Justo es reconocer la capacidad que tiene cada una de ellas, en nuestro país no se alcanza a vislumbrar en la actualidad un gobierno municipal, estatal o federal en el que no estén participando y fortaleciendo las actividades encaminadas para la aplicación correcta de los programas, precisamente es de aplaudirse que en la sesión del martes 14 del presente mes el Senado de la República se debatiera y se aprobara por unanimidad la “Igualdad de Género” con la cual no habrá límite alguno para que hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades y espacios y sean tratados con el mismo respeto.
Soy un convencido de que la mujer es parte primordial de cualquier célula y todo aquel que trasgreda la moral y el buen nombre de una mujer tendrá que pagar las consecuencias ante las instancias correspondientes, esperando que los delitos de violencia familiar, violación y abuso sexual cada día disminuyan, exigiendo que cualquier acción de esta naturaleza las sanciones sean más rigurosas y sin oportunidad a que quien las cometa tengan la libertad de volver a pensar en dañarlas.
PARA ELLAS Y POR ELLAS MI APOYO SOLIDARIO DESDE EL LUGAR DONDE ME ENCUENTRE.