Inicia Obama tenso viaje a Arabia Saudí
Dubai, Emiratos Arabes Unidos, 20 de abril de 2016.- El Presidente de EU, Barack Obama, llegó a Arabia Saudí donde se reunió con el Rey Salman y con el resto de mandatarios del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG).
Está previsto que su visita, la primera desde que se firmó el acuerdo nuclear con Irán, se centre en los asuntos de seguridad, dadas las crecientes diferencias sobre las cuestiones regionales entre ambos socios.
Sobre la mesa estarán temas sobre cómo intensificar la lucha contra los yihadistas, la búsqueda de una solución política a las guerras de Siria y Yemen, pero también formas de reforzar la cooperación en materia de seguridad que convenzan a sus interlocutores de que Washington comparte sus preocupaciones en ese terreno.
Ese al menos es el mensaje que están transmitiendo a los medios los funcionarios estadounidenses.
El esfuerzo es fruto de la evidente discrepancia sobre las políticas regionales que se ha hecho visible desde la primavera árabe.
El último episodio público de esas diferencias lo provocó una entrevista de Obama el mes pasado en la que sugería que Arabia Saudí debía alcanzar una suerte de “paz fría” con Irán, su vecino y rival.
El acuerdo nuclear con la República Islámica y la negativa de Obama a intervenir en Siria contra el régimen de Bachar al-Assad (a quien apoya Teherán), han irritado sobremanera a los miembros del CCG.
Ese foro, que bajo el liderazgo de Arabia Saudí, agrupa también a Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Qatar, Bahréin y Omán (a excepción de esta última todas monarquías sunitas), ven al Irán chiita como una amenaza a su seguridad.
Casi al tiempo que Obama aterrizaba en Riad, su Secretario de Defensa, Ash Carter, y el secretario general del CCG, Abdulatif al Zayani, anunciaron que EU y los miembros de ese grupo van a realizar patrullajes marítimos de forma conjunta para impedir que Irán envíe armas a Yemen.
Teherán siempre ha negado que esté armando a los rebeldes yemeníes, una asociación que ha servido de pretexto a Riad para intervenir militarmente en su vecino del sur.
Temen, además, que el acercamiento internacional a Irán se traduzca en una creciente desvinculación de EU del Golfo, donde ven su presencia militar como el único freno al expansionismo iraní.
De ahí, las compras millonarias de armamento con las que tratan de garantizarse la implicación estadounidense y proyectar un poderío que sus Ejércitos no logran sostener.
Doctrina Salman
Los saudíes están tan preocupados con la influencia de Irán en Siria, Líbano e Irak que han adoptado una política más militarizada hacia los conflictos regionales, la llamada doctrina Salman, de la que Yemen ha sido el primer ejemplo.
Además, la mayoría de los observadores responsabilizan a la rivalidad entre Riad y Teherán de haber agravado los conflictos en Irak y en Siria, donde los saudíes han apoyado a algunos de los grupos más radicales que luchan contra Al-Assad.
Aunque Irán y Arabia Saudí comparten un enemigo común en el autodenominado Estado Islámico (EI), cada uno culpa al otro de alentarlo, lo que bloquea cualquier posibilidad de cooperación en ese terreno y dificulta los esfuerzos de Washington.
A ese respecto la visita de Obama también busca una mayor implicación saudí en la reconstrucción de las zonas de Irak liberadas de los yihadistas, algo que los bajos precios del petróleo hacen aún más complicado.
Ángeles Espinosa / El País Internacional