El cohete GSLV-MkIII despegó del centro de lanzamiento de Sriharikota, en el sureste de India, constataron periodistas presentes en el lugar
India inició este lunes una misión lunar destinada a posar una sonda robótica en el satélite natural de la Tierra, muestra del renovado interés internacional por la exploración y la explotación de la Luna.
Esta es la primera misión en la historia que intenta posar una sonda en el polo sur lunar, un sitio crucial para los planes de colonización del satelite y la exploracion del sistema solar, debido a las evidencias que señalan presencia de hielo.
Un cohete GSLV-MkIII, el lanzador más potente de la agencia espacial india ISRO, despegó a las 09H13 GMT del centro de lanzamiento de Sriharikota, en el sureste de India, constataron periodistas presentes en el lugar.
Al cabo de un veintena de minutos, los científicos del ISRO aplaudieron y se abrazaron unos a otros.
“Estoy enormemente feliz de anunciar que el GSLV-MkIII colocó con éxito Chandrayaan-2 (Carro lunar, en idioma hindi) en su órbita definida”, declaró Kailasavadivoo Sivan, el presidente del ISRO.
“Es el inicio de un viaje histórico para India”, añadió.
La expedición está destinada a posar en septiembre un robot de exploración cerca del polo sur de la Luna, mientras otra parte de la nave permanece en órbita lunar.
Si la misión tiene éxito, India se convertiría en la cuarta nación que logra colocar un aparato en suelo lunar, después de la Unión Soviética, Estados Unidos y China.
Chandrayaan-2 tenía que ser lanzada el 15 de julio, pero los responsables anularon la cuenta atrás 56 minutos y 24 segundos antes del despegue, debido a un “problema técnico”.
Según la prensa local, se trató de una fuga de helio, uno de los gases utilizados como combustible.
El lanzamiento de Chandrayaan-2 demuestra la proeza de nuestros científicos y la determinación de 1.300 millones de indios de alcanzar nuevas fronteras de la ciencia”, tuiteó el primer ministro indio Narendra Modi.
Nueva Delhi destinó 140 millones de dólares (124 millones de euros) en Chandrayaan-2 –una suma muy inferior a las de otras grandes agencias espaciales para misiones de este tipo.
Ambición y sobriedad
Como el lanzador no es lo bastante potente para alcanzar directamente la Luna, la misión debe propulsarse usando la fuerza de gravedad terrestre.
Chandrayaan-2 girará alrededor de la Tierra durante tres semanas elevando progresivamente su órbita, para alcanzar la órbita lunar. Una vez logrado, estrechará gradualmente sus círculos alrededor del satélite.
El robot llamado Pragyaan (“sabiduría” en sánscrito), cumplirá su tarea durante un día lunar, equivalente a catorce días terrestres. Estudiará las rocas y el suelo de la superficie lunar.
Desde el final del programa estadounidense Apolo en los años 1970, el interés por el satélite quedó relativamente relegado. Las grandes agencias internacionales prefirieron dedicarse al estudio y la exploración del sistema solar.
Pero el satélite de la Tierra volvió a acaparar el interés estos últimos años. El ser humano prepara su vuelta y pretende, a largo plazo, implantarse de manera permanente.
El gobierno estadounidense pidió así a la Nasa reenviar astronautas a suelo lunar para 2024. La vuelta a la Luna es vista como una etapa imprescindible de la preparación de vuelos tripulados hacia destinos más lejanos, con el planeta Marte en primer plano.
Chandrayaan-2 es la segunda misión lunar de India, que había puesto una sonda en órbita alrededor de la Luna durante la misión Chandrayaan-1 hace once años.
El programa espacial indio destacó en los últimos años al unir ambición y sobriedad presupuestaria, con costes operacionales muy inferiores a los de otros países, así como por su rápido progreso.
El ISRO cuenta enviar para 2022 un equipo de tres astronautas al espacio, en lo que sería su primer vuelo tripulado. Sus científicos trabajan también en crear su propia estación espacial, esperada para la próxima década.