Pueblos Originarios

Iluminan a los mexicanos más aislados del país con tecnología solar

Reportaje. El primer experimento fue realizado en 2011 por el gobierno de Querétaro y la compañía alemana Siemens. En 2018 la asociación Asolmex y el gobierno de Chihuahua lanzaron juntos un nuevo proyecto llamado Ilumínate, enfocado a pobladores de la Sierra Tarahumara

México.- El rojo inconfundible de la madera ardiendo en llamas ilumina, antes del amanecer, cientos de caseríos en las zonas más apartadas de México. Es ahí, en las comunidades rurales dispersas por todo el nudo topográfico que habitamos, donde se ha puesto en marcha un experimento tecnológico con profundas implicaciones sociales: instalar microsistemas fotovoltaicos, para que cada casa obtenga electricidad gracias al Sol.

En esta república existen dos millones de personas que carecen de energía eléctrica porque viven en comunidades de menos de 100 habitantes, lo que hace complejo y caro conectarlos a la red nacional eléctrica. Según sus propios testimonios, estas familias gastan casi la mitad de su ingreso en velas, pilas y leña, que juntos absorben cuatro de cada diez pesos que ganan.

Ahora, gracias al avance y reducción de costos en la tecnología fotovoltaica, miles de los mexicanos más aislados han comenzado a recibir energía eléctrica a partir de la transformación de la energía solar. El primer experimento fue realizado en 2011 por el gobierno de Querétaro y la compañía alemana Siemens. En 2018 la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex) y el gobierno de Chihuahua lanzaron juntos un nuevo proyecto llamado Ilumínate, enfocado a pobladores de la Sierra Tarahumara.

En ambos casos, se intenta solucionar la paradoja de que México sea uno de los países con mayor potencial para la generación de energía eléctrica de origen solar, con 30 proyectos de centrales para generar electricidad a gran escala, en once estados del país; así como con una inversión de 5 mil 200 millones de dólares en el sector, pero con dos millones de personas que todavía se iluminan con lámparas de pilas, o velas o fuego de leña. De acuerdo con Asolmex, entre las familias mexicanas sin electricidad  el 14 por ciento se encuentra en Veracruz, el 10 por ciento en Oaxaca y el 8 por ciento en Chiapas, que son los tres estados con más comunidades aisladas.

PASOS POR LA SIERRA GORDA. En la región de la Sierra Gorda, en Querétaro, hay poblados como el que se llama Medias Coloradas, donde sus habitantes son conocidos porque en la época de lluvias traen las piernas pintadas, hasta las rodillas, con el color rojizo del barro que deben pisar y hundir a lo largo de los ocho o diez  kilómetros que los separan de la carretera. Están también comunidades como Adjuntas de gatos, donde los habitantes pueden pasar aislados más de un mes cuando crece el río e impide el tránsito.

En esos poblados se colocaron, en julio de 2011, aproximadamente 200 paneles solares para generar electricidad, con un costo, para cada equipo, que ronda los 10 mil pesos.

Los paneles solares fueron parte de un programa llamado Luz Cerca de Todos, con el cual se llevó energía eléctrica a 10 mil habitantes de comunidades que están fuera de las mayores redes de abasto o de energía.

En Adjuntitas Dos, Artemio Juárez, de 52 años, invita a pasar a su casa para presumir la luz eléctrica que tiene desde mediados de julio. Viene bajando del cerro, con una hoz en la mano, y con el jadeo que le provoca bajar una pendiente de casi 400 metros de altura, equivalentes a dos veces la altura de la Torre Latinoamericana.

“Se lo voy a decir con claridad porque ya le eché cuentas. Me puse a juntar todo el dinero que me gastaba en pilas y velas y con eso me alcanzó para contratar una semana a un peón, para que me ayude en la milpa, pagándole 100 pesos por día. Por eso digo que estábamos hablando de un chingo de dinero”, explicó en la comunidad de Adjuntitas el señor Artemio Juárez, de 52 años, padre de siete varones y tres mujeres.

Don Artemio trabaja su milpa para tener maíz de autoconsumo, hace trabajo de construcción de casas, cuando hay, y si llega a tener dinero extra compra chivos.

“Mis cuatro hijos mayores ya se fueron a Querétaro a trabajar, pero cada fin de semana viene uno diferente a ayudarme en el campo. Ahora que tenemos el servicio (de electricidad) lo que quisiéramos es construir un cuarto y poner una computadora para toda la comunidad y así que estudien los niños aquí, para que si se quedan que nos puedan ayudar un poco más y si se van a la ciudad, que no lleguen tan perdidos, sólo sabiendo moler o barbechar, que allá no les sirve de nada”, agrega el campesino queretano al evaluar el impacto que tuvieron en su vida los equipos fotovoltaicos.

En la Sierra Gorda de Querétaro, los equipos que se entregaron consisten en un panel o foto-celda solar de 40 por 60 centímetros, un poste, una batería de ciclo profundo —con vida más larga que las de un automóvil—, cables directos de 12 volts para cuatro focos y un inversor de corriente para conectar equipos de 127 volts.

¿Cómo sacas electricidad del sol? Las celdas solares son el principal componente de los equipos que convierten los rayos solares en electricidad. Estas celdas se construyen uniendo dos materiales que tengan propiedades eléctricas diferentes: hay que poner juntos un material que esté hecho con átomos que tengan un exceso de carga negativa y otro material hecho con átomos que tengan exceso de carga positiva.

Cuando la radiación solar entra entre esos dos materiales se genera un flujo o una corriente de electrones que brincan de un material a otro, como si brincaran de agua fría a agua caliente o viceversa. Ese flujo de electrones es capturado por terminales eléctricas de salida, como las que tiene una batería de automóvil y generan la corriente energética que puede calentar una resistencia eléctrica o encender un foco de luz.

La transformación de la energía solar en electricidad es conocida como efecto fotovoltaico. Uno de los componentes básicos en las celdas solares es el silicio, que abunda en la naturaleza pero en forma de óxido de silicio, que es de lo que están hechos la mayoría de los granos de arena de mar. Sin embargo, todavía es caro purificar y transformar el óxido de silicio en placas y celdas solares que se usen masivamente y sustituyan a los actuales generadores de electricidad, que usan combustibles fósiles. El precio de estos materiales se ha hecho cada vez más barato, pero serán las futuras generaciones las que más lo podrán aprovechar.

México está llamado a ser una potencia mundial en energía solar. El ganador del Premio Nobel de Química 1996, Robert F. Curl visitó este país el año 2012 y afirmó que los mexicanos tienen potencial de obtener del Sol energía para generar electricidad para el autoconsumo y venderle a Estados Unidos, que es un gran consumidor de energía.

El ganador del Premio Nobel hizo cálculos y dijo que un solo terreno cuadrado del desierto mexicano, de 30 kilómetros por lado, sería capaz de generar energía equivalente a mil Gigawatts de electricidad, lo que es casi veinte veces más energía que la que actualmente consume todo México que  es poco mayor a 60 Gigawatts.

“México tiene un gran potencial para generar electricidad usando la energía del sol, pero contar con esa riqueza no servirá si los mexicanos no crean tecnología para almacenar  y transportar ese recurso energético desde el desierto hacia las zonas más pobladas del país”, dijo en el Palacio de Minería de la Ciudad de México, Robert F. Curl.

En su Asamblea General 2017, Asolmex informó que la centrales mexicanas de generación de energía fotovoltaica a gran escala ya tienen una capacidad instalada de mil 572 Megawatts (MW) y que existen además 82 mil 823 contratos de la Comisión Federal de Electricidad con particulares que generan electricidad a partir de los rayos solares que captan en sus techos, lo que significa una capacidad instalada adicional de 496 MW de usuarios residenciales, comerciales e industriales.

“En el país ya se generan más de dos mil MW de energía solar, una de las más competitivas y de mayor dinamismo del portafolio de generación en México. En particular, observamos que los proyectos vinculados a las pasadas subastas son ya una realidad”, indicó entonces Héctor Olea, presidente de Asolmex.

Chihuahua fotovoltaica. Los equipos de energía fotovoltaica o equipos que convierten la energía solar en electricidad han sido usados desde hace más de una década en comunidades rurales de México, pero principalmente se les utiliza para activar equipos de trabajo, como plantas de bombeo de agua o equipos de riego en parcelas apartadas de la red eléctrica convencional.

Ahora, esfuerzos con una nueva óptica, como el programa Ilumínate del gobierno de Chihuahua, Asolmex  y la Fundación del Empresariado Chihuahuense (Fechac) buscan instalar este tipo de equipos en zonas habitacionales de difícil acceso, como la Sierra Tarhumara. En el programa piloto serán beneficiadas 200 familias y se espera que el beneficio sea para 2 mil familias.

Los impulsores de esta iniciativa crearon un paquete o kit de tecnología fotovoltaica que incluye, para cada familia, un panel solar de bajo costo, tres lámparas de luz LED y un equipo de baterías o almacenaje.

La campaña busca socializar los beneficios de la energía solar en las regiones más aisladas de Chihuahua, pues se considera que éste es un apoyo fundamental para cerrar la brecha de marginación de grupos vulnerables y reducir el riesgo de enfermedades respiratorias causadas por la quema de biomasa y combustibles fósiles dentro de los hogares, por ejemplo la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), que afecta a muchas mujeres de comunidades rurales que cocinan e iluminan sus hogares con leña y velas.

El programa Ilumina incluye la entrega a las amas de casa, sin costo alguno, de un  kit de electrificación que contiene un panel solar, tres lámparas LED con baterías integradas, con entrada USB para cargar dispositivos móviles y radios, y cable suficiente para autoinstalar el sistema en el techo de los hogares. Las baterías tienen una duración de hasta 20 horas y una vida útil de más de cinco años.

La distribución de los primeros 200 equipos solares en la sierra de Chihuahua está a cargo de una asociación civil llamada Captar A.C., quienes tienen años trabajando con las comunidades de la zona. Después de una valoración inicial del programa, se espera distribuir los dos mil equipos adicionales que se propone el programa.

Según datos de la Secretaría de Energía en Chihuahua cinco por ciento de la población vive aún en rezago eléctrico, pese a contar con una excelente irradiación solar.

El presidente de Asolmex, Héctor Olea, explicó que “el objetivo del programa es llevar la luz a los hogares más marginados del estado, lo que impactará positivamente en el desarrollo y bienestar de las comunidades serranas. La falta de luz eléctrica es uno de los mayores factores de marginación social, Ilumínate está diseñado para mitigar esta condición de manera técnica y económicamente viable”.

El programa Ilumínate puede tener un impacto similar al generado por el programa que se realizó en Querétaro donde cada equipo permite encender al mismo tiempo, cuatro focos ahorradores por cuatro horas, un radio pequeño por dos horas, un cargador de celular por dos horas y una televisión pequeña por dos horas. Si no se prenden otros aparatos los focos pueden durar muchas horas más, pero si se conecta una plancha, en siete minutos consume la energía de toda la casa para una noche.

“Aquí en la casa teníamos que comprar un paquete de velas cada 3 días, con 16 velas. Cada paquete vale 25 pesos. Y yo tengo el fogón con leña para cocinar las cosas grandes, como el nixtamal y el frijol y la carne, pero tengo una estufa de gas que casi no uso para que me dure dos o tres meses el tanque porque nos lo venden en 250 pesos y luego hay que traerlo en carro cerca, que cuesta otros 250 pesos y luego bajarlo en carretilla”, cuenta Lucía Cruz Benítez, habitante de Adjuntitas Dos en la Sierra Gorda de Querétaro, una de las comunidades, donde viven los 2 millones de mexicanos más aislados.

Foto: La Crónica Diaria

Texto: Antimio Cruz | La Crónica Diaria

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